Al menos 220 personas, la mitad de ellas en Ucrania, han muerto a consecuencia de la ola de frío que sacude Europa y que este fin de semana está previsto que arrecie en el sur, donde las alertas se extienden por Italia y el Estado francés, principalmente. Solo ayer se registraron alrededor de 80 muertos.

El duro temporal ha disparado el consumo de gas a tales niveles que el suministro de Rusia a varios países de Europa central se ha reducido hasta un 30% respecto a la demanda, ya que su aumento no ha sido correspondido con un alza de los envíos.

En Ucrania, la ola de frío polar ha provocado hasta ahora 101 muertos, 38 de ellos en las últimas horas. 64 fueron encontrados en la calle. Las regiones más afectadas son su parte occidental, junto a la frontera con Polonia, donde de madrugada se registraron -29°C y durante el día el mercurio no subió de los -16°C. Se han establecido más de 2.000 puestos de socorro, donde los pobres puedan calentarse y comer caliente. En Ucrania, donde una cuarta parte de sus 46 millones de habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza, no se espera un aumento inmediato de las temperaturas.

Polonia sigue siendo, tras Ucrania, el país donde las bajas temperaturas han causado más estragos, con 37 muertes en una semana, ocho en la madrugada de ayer, cuando se registraron -35°C en el este y -24°C en Varsovia. La mayoría de las víctimas son personas sin hogar, muchos con problemas con el alcohol.

En los Balcanes el frío ha alcanzado los -36°C y ya ha dejado siete muertos en Serbia, siete más en Bosnia y uno en Macedonia. Miles de personas permanecen atrapadas en sus aldeas, sobre todo en Serbia y Albania. En Belgrado, las personas sin hogar que no han encontrado cobijo en su único albergue se refugian en tranvías y trolebuses, a los que sus conductores les permiten subir. En Albania, la oficina del Defensor del Pueblo acoge a decenas de romaníes sin hogar.

Ayer se registraron también fallecimientos en Letonia (10), Lituania (9), Bulgaria (6), Rumanía (2), Grecia (1) y Eslovaquia (1). Desde el inicio del temporal, en la República Checa han muerto seis personas. Miles de escuelas permanecen cerradas, cientos de carreteras bloqueadas y masas de agua congeladas. El 60% del Danubio está congelado.

Rusia, donde las temperaturas ayer fueron de -25°C en Moscú y de -50°C en Yakutia (Siberia oriental), el número de muertes desde el 1 de enero es de 64, pero se desconoce cuántas han sido a causa de la ola de frío.

Europa occidental tampoco está a salvo del frío extremo, aunque solo se han registrado tres fallecidos en Italia y uno en Austria. El frío arrecia en Italia, donde la nieve volvió a aparecer en Roma después de dos años y los canales de Venecia comenzaron a helarse, y en los estados español y francés.