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Zapatero se va y defiende que sus recortes evitaron la intervención

José Luis Rodríguez Zapatero se despidió ayer de la dirección del PSOE con un discurso en el que defendió los recortes sociales impulsados en mayo de 2010. Según el expresidente español esta fue la única alternativa para evitar una intervención. El 38 Congreso del PSOE decidirá hoy su sucesor. Los dos aspirantes, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, se ven ganadores aunque sus equipos trabajan a contrarreloj para ganarse el favor de los indecisos.

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Alberto PRADILLA | SEVILLA

«Y aquí termina mi tiempo». José Luis Rodríguez Zapatero se despidió ayer de la Ejecutiva del PSOE, que ha liderado durante los últimos once años y medio, reivindicando su gestión al frente del Gobierno español y defendiendo las medidas antisociales tomadas en mayo de 2010 como única alternativa para evitar la «intervención». En su último discurso, pronunciado frente a los 956 delegados presentes en el 38º Congreso, Zapatero defendió su labor asumiendo errores como no visualizar a tiempo la gravedad de la crisis.

Este fue el principal «mea culpa» entonado por el expresidente español. «No tengo ningún problema de solemnizarlo ante vosotros», señaló. Una vez dicho esto, Zapatero pasó al ataque, asegurando que «no puedo asumir la crítica que se ha hecho con frecuencia de que trabajamos con improvisación».

Rememorar el momento en el que adoptó algunas de las medidas más antisociales que se han tomado en la historia reciente del Estado español fue uno los tragos más difíciles para Zapatero. No obstante, defendió sus iniciativas, asegurando que su objetivo era evitar una posible intervención. Además, el expresidente español llamó la atención sobre la coyuntura internacional, que en su opinión ha condicionado toda su acción de gobierno. «Debilidades sí, pero no hubiéramos vivido la dificilísima situación económica y de empleo que tenemos si no hubiéramos tenido los acontecimientos globales y europeos que vivimos», insistió. Según defendió Zapatero, su administración trabajó condicionada por las crisis de Wall Street y Grecia y trató de mantener en todo momento la cohesión social, un objetivo que, a su juicio, puede darse por conseguido. Por este motivo, el expresidente español defendió todas las medidas adoptadas por su gabinete a pesar de que, según señaló, estas le costaron que le diesen «hasta en la ceja».

Conflicto vasco

Al margen de cuestiones económicas y de reivindicar la ampliación de derechos sociales puesta en marcha especialmente durante la primera legislatura, Zapatero también dedicó una parte de su intervención al conflicto vasco. «Quizás lo tengamos que decir en voz baja, pero debemos estar satisfechos porque muy probablemente nunca más haya una muerte a manos de ETA», aseguró el expresidente español, que remarcó que «siempre he apoyado a todos los que han trabajado en esta tarea, a todos, de manera permanente, los que de una u otra manera han buscando la paz».

Finalmente, quien ha liderado el PSOE durante los últimos once años y medio entró en el debate sucesorio abogando por la unidad en torno al futuro secretario general. «Os quiero pedir una cosa más: que a quien sea elegido secretario general le den el mismo apoyo que a mí me han dado», remarcó.

Tras la votación sobre el balance político de la gestión de Zapatero se abrió el turno para la presentación de candidatos. Aunque la pugna entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón se manifestó durante toda la jornada. Ambos aspirantes hicieron públicos sus números y aseguraron sentirse vencedores. Sectores próximos al exministro de Interior aseguraron que sus apoyos aumentaron a lo largo del día. Por su parte, los partidarios de la antigua titular de Defensa dieron por segura su victoria por un margen de entre 30 y 40 votos. Las reuniones para lograr el mayor número de apoyos entre los indecisos se mutiplicaron durante toda la jornada. Hoy se conocerá el nombre del nuevo jefe del PSOE.

90% de apoyo

El informe de gestión de la Ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero obtuvo el apoyo de 734 delegados (un 90'84%). Únicamente 21 personas lo rechazaron (2'6%) mientras que 53 se abstuvieron (6'56%).

Una corriente pide revisar expusiones como la de Úriz

Izquierda Socialista, una de las corrientes internas organizadas dentro del PSOE, presentó ayer una solicitud para que se revisen los expedientes disciplinarios que terminaron con la expulsión de algunos militantes durante los últimos cuatro años. Entre ellos destaca el caso del exparlamentario navarro y antiguo concejal en Atarrabia, José Luis Úriz, a quien le fue retirado el carné después de que dedicase el cohete de fiestas a Arnaldo Otegi en 2010. Otro de los ejemplos relevantes es el de José Ramón Martínez Benito, antiguo alcalde de Sartaguda y que fue expulsado como castigo por acceder al cargo apoyándose en los votos de ANV, con quien llegó a un pacto para evitar que UPN se hiciese con la alcaldía.

La propuesta de resolución, que no cita expresamente ningún caso, plantea la revisión de todos los casos de expedientes disciplinarios, la anulación de todos aquellos procesos en los que se dictamine que no había razón para la retirada de carné y la restitución de militancia de estas personas, haciendo pública la decisión. La propuesta, que viene firmada por Juan Antonio Barrio, Vincent Garcés y José Antonio Pérez Tapias, argumenta que en algunos de estos procesos no se han aplicado todas las garantías recogidas en la normativa interna del PSOE, señalando que «en muchos casos en el origen del conflicto encontramos motivos de discrepancia de ideas que, como tal, requerían de una resolución política y no disciplinaria».

Finalmente, los miembros de Izquierda Socialista abogan por la construcción de un partido en el que las discrepancias no impliquen «persecución orgánica». Por el momento, la mesa de no se ha pronunciado. A.P.

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