La única planta eléctrica de Gaza, que genera un 35% del consumo de la Franja, dejó de funcionar ayer por falta de combustible industrial, informó la Autoridad de Energía y Recursos Naturales.

El cese operativo está motivado por la interrupción en la llegada de diesel industrial a través de los túneles de contrabando. El director de datos energéticos de la Autoridad Energética adviritó de que impedirá «cubrir las necesidades de hospitales, así como el bombeo de agua, las infraestructuras, la educación y tratamiento de aguas».

En 2009, la Unión Europea dejó de subvencionar el pago del fuel para la central eléctrica, que en 2006 fue bombardeada por Israel. Desde entonces, ha tenido que ser cerrada temporalmente en varias ocasiones.