El museo Thyssen-Bornemisza exhibe la felicidad colorista del pintor Marc Chagall
Toda una vida de Marc Chagall es sinónimo de una gran variedad de cuadros, imágenes que cambiaron conforme cambiaba la vida del artista, que se muestran en el museo madrileño hasta el 20 de mayo.GARA | MADRID
La felicidad colorista de Marc Chagall desembarcó ayer en el museo Thyssen-Bornemisza para mostrar por primera vez en el Estado español un largo recorrido a través de la expresión y el color que protagonizan la obra del artista ruso, una figura clave en el arte del siglo XX. La Fundación Caja Madrid también será sede de esta exposición, que podrá visitarse desde este martes hasta el 20 de mayo.
Las piezas que se exponen en esta muestra aparecen como «versos de poesía» en la búsqueda pictórica que Marc Chagall realizó en sus 98 años de vida, según explicó durante la presentación Meret Meyer, nieta del artista. En ella, el visitante descubrirá los «instantes de felicidad» de su recorrido por el mundo.
La exposición sigue un orden cronológico. La primera parte, «El camino de la poesía», transcurre por las salas del Museo Thyssen-Bornemisza desde los inicios de su obra en Rusia y sus primeros años en París hasta su exilio forzoso en Estados Unidos, incluyendo su experiencia en la Rusa Revolucionaria y su regreso al Estado francés en 1920.
En «El gran juego del color», en las salas de Caja Madrid, la atención se enfoca en su evolución artística posterior a 1950, con los grandes asuntos que centraron el interés del artista en las últimas décadas, como la Biblia o el Circo, su relación con los poetas contemporáneos y su producción escultórica y cerámica.
Surrealismo
Su peculiar e impensable mezcla de colores, así como el universo de los personajes que protagonizan sus cuadros, lo convirtieron en un precursor del surrealismo. En palabras de André Breton, teórico de este movimiento, «con él la metáfora hizo su entrada triunfante en la pintura moderna».
En la obra de Chagall se unen el «mundo cotidiano y una dimensión onírica», en palabras de Jean Louis Prat, presidente del Comité Chagall y comisario de la muestra, que puede tener su paralelismo en el Estado español en la figura de Joan Miró, tanto en el sentido poético de sus pinturas como en su puesta en evidencia de una cultura.