NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
Bildu planta cara a Barcina tras ser acusado de «totalitarismo político»
Mientras la participación o no de la izquierda abertzale en una eventual ponencia era objeto de polémica en Gasteiz, cien kilómetros al este la presidenta navarra, Yolanda Barcina, acusaba a Bildu de practicar el «totalitarismo» y el «pensamiento único» en un tenso pleno.
GARA | IRUÑEA
El afán de la derecha españolista por seguir dejando fuera de la participación política a la izquierda abertzale no solo quedó en evidencia en el pleno de Gasteiz, sino más aún en Iruñea, donde la presidenta del Gobierno navarro y de UPN, Yolanda Barcina, lanzó un duro discurso contra algunos ayuntamientos gobernados por Bildu que se tradujo en una queja airada de su coportavoz parlamentario, Maiorga Ramírez. El dirigente de EA interrumpió directamente el discurso de Barcina considerando sus palabras «inadmisibles» y «un escándalo».
El asunto coleaba desde la reciente visita de Barcina a Madrid, donde en una intervención pública afirmó que la izquierda abertzale utiliza «el miedo» contra sus adversarios políticos. Ramírez llevó el asunto al pleno a través de una interpelación, pero la presidenta navarra, lejos de rectificar, fue todavía más allá en sus increpaciones a las instituciones gobernadas por abertzales de izquierdas.
Así, dijo que los ayuntamientos navarros en los que la izquierda abertzale ha gobernado de forma «histórica» -citó los de Arbizu, Etxarri-Aranatz y Leitza- son «ejemplo de un auténtico totalitarismo político, monumentos al pensamiento único y a los sistemas políticos dictatoriales».
En este punto, Maiorga Ramírez cortó la arenga de la líder de UPN y solicitó la intervención de la Presidencia del Parlamento a través de la fórmula del «amparo». El presidente de la Cámara, Alberto Catalán, también de UPN, respondió a Ramírez que él controla los tiempos. «Lo que tiene que hacer es escuchar las palabras de la presidenta del Gobierno le gusten o no, lo mismo que ha hecho ella», sentenció Catalán. La bancada de UPN también lanzó increpaciones a Bildu que hicieron que el presidente advirtiera con la expulsión a Javier Caballero y a Begoña Sanzberro.
Barcina siguió y demostró que venía preparada para la ocasión. Mostró a Ramírez una fotografía de la sede de EA de Etxarri-Aranatz, «pueblo gobernado por sus nuevos socios, los de Bildu». Dijo que en ella se ven «pintadas de `Gora ETA', donde les insultan y les llaman fascistas; así actúan sus nuevos amigos, le guste o no», expuso la dirigente de UPN, para interpretar a continuación que EA «no es digno para librarse de los ataques violentos» «No pretenda que esta presidenta mire para otro lado ni esté callada hasta que la libertad no esté en todos los rincones de nuestra Comunidad foral», añadió Barcina, para quien «la realidad es tozuda». Su intervención recordó a la famosa comparecencia hecha en campaña en una localidad de Basaburua ante una pintada en favor de ETA, que le granjeó numerosas críticas de manipulación.
Remontándose a las elecciones anteriores, y obviando en todo momento el nuevo escenario creado por el cese definitivo de la lucha armada de ETA, Yolanda Barcina dio a entender que los últimos resultados electorales están manipulados por la aplicación del «miedo».
Argumentó que en nueve ayuntamientos gobernados por Bildu «no se pudo presentar una lista alternativa a pesar de que existe un significativo número de ciudadanos que no les votaron al Parlamento». La presidenta navarra no aportó prueba alguna de que ello se deba a «miedo» y no a la inexistencia de alternativas políticas.
«Además, en otros seis ayuntamientos alguno de los partidos que osaron plantar cara a Bildu en las elecciones municipales no tuvieron más remedio que recurrir a personas de fuera del pueblo», argumentó. Y afirmó que en otros cinco casos, entre los que situó como ejemplo de Atarrabia, los miembros de candidaturas distintas a las de Bildu «han sufrido y sufren todo tipo de acosos y marginación por parte de la izquierda abertzale».
«Caduco y casposo»
En su intervención inicial -tras las palabras de Barcina ya no había derecho a réplica-, Ramírez calificó de «caduco y casposo» el discurso del «miedo» lanzado por la dirigente navarra en su gira por Madrid.
Tras apuntar que «es mentira» su afirmación, le reprochó que «no debe ir a Madrid a decir lo que los palmeros de la España más casposa les gusta oír, porque eso va en detrimento de la ciudadanía navarra».
El coportavoz de Bildu subrayó que «el auténtico miedo» de la sociedad navarra «es conocer el próximo varapalo a los derechos sociales que va a poner en marcha» el Gobierno que forman UPN y PSN.
El Tribunal Supremo ha convocado una vista importante para este próximo 28 de marzo, miércoles: en ella abordará el recurso de casación presentado contra la sentencia del «caso Bateragune», por la que están en prisión cinco destacados representantes de la izquierda abertzale: Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez.
El juicio se celebró entre junio y julio del año pasado, y en setiembre se les impusieron penas de entre ocho a diez años de cárcel tras un juicio en el que quedó de manifiesto su papel impulsor en el cambio de estrategia de la izquierda abertzale.
Aunque eso no dé pista alguna sobre la posición que adoptará el Tribunal Supremo, resulta patente que los plazos habituales para estos trámites se han acelerado un tanto en este caso.
Tras estas vistas, habitualmente el Alto Tribunal decide en el plazo de unas pocas semanas. En el caso de que se decidiera dar la razón a la defensa y fueran absueltos, resulta habitual también que los condenados queden libres sin esperar a que se redacte el fallo.
Cuatro de los acusados están presos desde la redada de octubre de 2009. Rafa Díez fue encarcelado de nuevo tras la sentencia.
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