El nuevo tiempo deja aún más viejo el Amejoramiento en su 30 cumpleaños
Los partidarios del Amejoramiento decidieron festejar sus 30 años con un pleno parlamentario que en realidad sirvió para alimentar las razones para cambiarlo... y para votarlo. Con argumentos muy diferentes, pero todos coincidieron en una cosa: los tiempos han cambiado, y mucho.
Ramón SOLA Iruñea
Por ejemplo, Patxi Zabaleta (Nafarroa Bai) recordó que en 1982 el Estado español no estaba en la Unión Europea ni existía el euro, lo que ya supondría un motivo de fondo para actualizar esta normativa. Pero, sobre todo, el contexto político era muy diferente y lo condicionaba todo, algo en lo curiosamente coincidieron, desde diversas ópticas, las dos Nafarroas representadas ayer en el Parlamento.
Para los abertzales, es evidente que aquel proceso estuvo muy marcado por la salida del franquismo, la presión de los poderes fácticos, la represión o la exclusión abertzale. Para los españolistas, por contra, fue justo lo contrario: el diseño cerrado de aquel estatus tuvo que ver con la existencia de la lucha armada de ETA, un factor que, independientemente de la veracidad o no del argumento, resulta obvio que ya ha concluido, y así lo destacaron todos los oradores sin excepción alguna.
Así, Carlos García Adanero, portavoz de UPN, afirmó que los parlamentarios navarros que negociaron con Madrid este estatuto «tuvieron mucho valor» porque «supieron interpretar la voluntad de la ciudadanía frente a la presión de ETA». Según esta tesis, la impresión generalizada de que una mayoría social apoyaba la unidad vasca era en realidad una imagen falseada, de modo que Jaime Ignacio del Burgo, Gabriel Urralburu y compañía fueron quienes revelaron «la voluntad de los ciudadanos que había estado secuestrada por la voluntad de ETA». La pregunta quedó flotando y si así fuera, ¿por qué no votar ahora? Sobra decir que García Adanero no mostró ninguna gana de ello.
Tampoco Yolanda Barcina, presidenta del Gobierno navarro, que intervino igualmente en la sesión conmemorativa (una simple exposición de posiciones sin réplicas ni debate). En su opinión, resulta «paradójico» que hablen de «presuntas carencias democráticas» quienes «tienen como objetivo que Navarra deje de ser Navarra y se convierta en parte minoritaria de un ente mitificado» (así es como Barcina se refirió a Euskal Herria, sin nombrarla siquiera).
El PP larga y el PSN calla
Pero si alguien se esforzó en tapar esa vía de agua fue Ana Beltrán, portavoz del PP. Dedicó a ello todo su discurso y desplegó todo tipo de argumentos. Admitió que no se votó, pero «todo el pueblo navarro pudo ver la firma y la aprobación por los parlamentos», por lo que hubo «luz y taquígrafos». Evocó en paralelo que nadie cuestiona, que Estados Unidos o el Reino Unido tengan regímenes democráticos pese a que sus constituciones nunca han sido votadas. Y añadió lo que es más aún: con el Amejoramiento «la democracia penetró, quizás por primera vez, en las instituciones navarras». Aseguró que gracias a él Nafarroa tiene más autogobierno incluso que en los tiempos de la independencia.
Por contra, el PSN prefirió pasar de puntillas sobre el espinoso debate sobre la falta de refrendo ciudadano (fue el único), quien sabe si por su especial responsabilidad en el tema. Sí reconoció que ahora existen otros tiempos, sobre todo tras el pasado 20 de octubre, «con la decisión de ETA que abre un nuevo tiempo de oportunidades». Juan José Lizarbe abogó por afrontarlos con «altura de miras, inteligencia y sentido común». ¿Tanto como para que el estatus político de Nafarroa sea discutido abiertamente y votado, y no como en 1982? Lizarbe no llegó a precisar tanto.
Tres grupos por el cambio
Y frente a los tres grupos dispuestos a blindar aquel estatus de 1982, otros tres que reclaman su cambio y que inciden en sus vicios originales. Bakartxo Ruiz (Bildu) y Patxi Zabaleta (NaBai) utilizaron exclusivamente el euskara en sus diez minutos de paso por la tribuna. La primera lo hizo para lanzar varias preguntas al otro bloque: «¿A qué le temíais entonces?» «¿A qué teméis ahora?» «¿Cuál es la soberanía que defendéis para Navarra?». «Dejad de lado vuestros miedos y darle la palabra a la ciudadanía», pidió como colofón. Antes, les espetó que no caben engaños en el tema: «Cuan- do defendéis esa Navarra con tanta `r', lo que en realidad estáis defendiendo es España».
Zabaleta no mostró menos sorpresa por este evento, y es que «las leyes hay que usarlas, no celebrarlas». Al hilo de ello, subrayó que las «carencias» del Amejoramiento son notables y exigió también que se cambie, comenzando por recuperar una ponencia parlamentaria que se cerró en falso. La clave, el derecho a decidir, porque «un pacto solo se puede basar en eso».
Izquierda-Ezkerra también ve la hora de cambiar el treintañero Amejoramiento, en este caso para impulsar los derechos sociales. Y más ahora que «la sombra de ETA desaparece».