«Contraband» es otro remake anglosajón que explota el auge del cine negro nórdico
M. I. | DONOSTIA
Esta vez sí podemos comparar el remake de Hollywood con la película original europea, gracias a que la moda de la novela negra nórdica ha permitido la recuperación de las correspondientes adaptaciones cinematográficas, como ocurrió con la película islandesa «Reykjavik-Rotterdam», realizada en el 2008 por Oskar Jónasson a partir de un guión del escritor Arnaldur Indridason.
El productor y actor principal de la misma era el cineasta Baltasar Kormákur, que ya sabe lo que es rodar en inglés y fuera de su país, por lo que ha sido elegido para dirigir este remake titulado «Contraband». Ha debido trabajar, eso sí, sobre un nuevo guión escrito por Aaron Guzikowski, que traslada la acción a los Estados Unidos, con lo que el destino del contrabando cambia de rumbo. Ahora el viaje en barco transcurre entre Nueva Orleans y Panamá.
Pese a lo diferente de la ambientación, la línea argumental se mantiene. El papel del delincuente retirado que pasa de Kormákur a Mark Wahlberg es parecido, porque debe volver a las actividades ilegales para proteger a su joven e inexperto cuñado de la presión de unos mafiosos. Ahora bien, las circunstancias familiares ya no importan tanto, sirviendo de excusa para una sucesión de escenas de acción más espectaculares.