Hoy en d�a, la imagen de El Chimeneas estar�a en todas las aduanas bajo la leyenda de �Se busca�. No porque fumara en clase, que tambi�n, sino por los palmetazos que cascaba a los alumnos con su regla de madera. Se quedaba la palma de la mano color�, color�.

El aula de la se�orita Mar�a Dolores, quien tantos y tantos p�rvulos desasn� con aquel libro de cuentos, habr�a sido asaltada por los marines. Su cuerpo reposar�a en el fondo del Cant�brico con un perfecto agujerico en mitad de la frente. �Pero es que a qui�n se le ocurre atar a la mesa con un trozo de cuerda al peque�o cabroncete que no paraba quieto?

Al profesor Pedro, con el �don� por delante hace tres d�cadas, le dio por utilizar el esparadrapo a modo de mordaza. Fue su �ltimo recurso para tratar de silenciar, aunque fuese por unos minutos, al dicharachero mozalbete de diez a�os con incontinencia verbal. El hermano Anastasio, m�s conocido como El Panzas, ten�a especial predilecci�n por las l�neas. Cien, quinientas, mil veces la misma frase. �A clase se viene a trabajar, a dejar trabajar y a no molestar�. Quienes llenaron cuartillas y cuartillas todav�a la recuerdan literal pese al tiempo transcurrido. Actualmente, ambos vestir�an mono naranja y capucha negra mientras pasear�an por el patio de Guant�namo.

Lo de quejarse a los padres estaba descartado; bajo el paraguas del �algo habr�s hecho�, lo m�s probable es que te comieras una hostia en su versi�n palma abierta, si te trincaba el viejo, o en su menos dolorosa y por tanto preferible versi�n zapatilla, si ca�as en las garras de la madre.

Ser� que nos estamos haciendo mayores, pero no s� en qu� cabeza entra que arresten a un padre y le acusen de �detenci�n ilegal� por el hecho de haber castigado sin salir de casa a su hija de 16 a�os. �Cari�o, ten doscientos euros y vete con tus amigas. �Que a qu� hora? Vuelve cuando quieras, mi amor. Ah, y no te importe despertarme de madrugada para que te vaya a buscar con el coche, �vale?�.