Maite SOROA | msoroa@gara.net
El articulista favorito de «Alfa y Omega»
El semanario ultracatólico «Alfa y Omega», que cada jueves se reparte con el «Abc», tiene un apartado dedicado a entresacar algunas de las declaraciones o artículos que durante la semana a sus redactores les han parecido más interesantes. Y ayer publicaban una parrafada de uno de los articulistas favoritos a ganar el premio a la gañanada del siglo. Se trata de Salvador Sostres, columnista de «El Mundo», tan querido por la derecha extrema como odiado por casi todo el resto del mundo, y que ha firmado artículos que serán largamente recordados. En una de sus últimas perlas, el aspirante a periodista -cuentan que dejó la carrera en primero- se refería a temas tan recurrentes para la derechona como el divorcio y el aborto, y empezaba fuerte: «La propaganda socialdemócrata ha acabado asociando la libertad con la muerte». Y lanzada la primera batería, agregaba lo siguiente: «Apelar a la libertad de matar o de matarse es una perversión, síntoma de una enfermedad moral. La histeria feminista, violenta e iracunda, ha convertido el divorcio en un derecho cuando en el fondo es un fracaso; y el aborto en una cuestión de libertad, cuando es un asesinato». No, asesinatos eran lo que cometieron durante décadas aquellos que ahora le jalean. Si por ellos fuera, la mujer seguiría encadenada sin derechos.
Pero todo esto viene a cuenta de que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón sostuviera en el Congreso que existe una «violencia estructural» que obliga a abortar a las mujeres. Frente a las críticas que inmediatamente recibió el exalcalde de Madrid, Sostres sale en su defensa: «Gallardón tiene razón: hay una violencia estructural que lleva a las mujeres a abortar, y es una violencia ejercida por las propias mujeres, por ese feminismo totalitario que está tan sediento de venganza que tiene la oscura necesidad de afirmarse en las peores atrocidades». Este personaje no tiene ni idea de lo que es una atrocidad, aunque lo peor de todo no es que escriba tales barbaridades, sino que se las publiquen, y que para «Alfa y Omega» sean además lo mejor de la semana. Arderán en el infierno.