La primavera la sangre altera. Y la Fórmula Uno también. Después de tanta espera desde que Sebastian Vettel, el pequeño káiser, lograra su segundo campeonato mundial consecutivo -el más joven de la historia en lograrlo-, el Mundial ya calienta motores para presentarnos una nueva temporada de la máxima categoría automovilística. Velocidad, adrenalina, competencia... todo en un mismo saco para comprobar si Vettel sigue siendo el más rápido o le han salido verdaderos competidores.

El Mundial, que comienza este domingo con la disputa del Gran Premio de Australia en el circuito de Melbourne y que finalizará el 25 de noviembre en Brasil tras 20 carreras, contará este año con seis campeones de la F1. No son otros que los alemanes Sebastian Vettel (Red Bull) y Michael Schumacher (Mercedes), los ingleses Lewis Hamilton y Jenson Button (McLaren), el asturiano Fernando Alonso (Ferrari) y el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus).

El piloto nórdico es, precisamente, una de las grandes novedades de esta edición. Nacido en Espoo hace 32 años y campeón en 2007 con Ferrari, abandonó esta disciplina automovilística durante dos años para dedicarse a los rallyes, donde, al parecer, no le han salido las cosas tan bien como él esperaba.

Otro piloto que regresa a la verdadera competición es Pedro Martínez de la Rosa. El catalán, de 41 años, lo hará a los mandos de un HRT totalmente remozado y que ha confiado en su experiencia y cualidades para tratar de dar un salto de calidad.

En este apartado de nuevas incorporaciones, el Estado francés contará con tres conductores galos titulares -Romain Grosjean en Lotus, Jean-Eric Vergne en Toro Rosso y Charles Pic en Marussia Virgin Racing-, algo que no ocurría desde 1999. Además, el también francés Jules Bianchi hará las labores de piloto reserva en Force India. Todo lo contrario le ocurre a Italia que, con la marcha de Liuzzi y Trulli, no tendrá ningún representante. La última vez que ocurrió esto fue en el GP de Alemania de 1973. Por su parte, la española María de Villota será la única mujer. La madrileña será la piloto de pruebas de Marussia.

Entre los que abandonan la F1 se encuentra todo un veterano como Rubens Barrichello. El piloto brasileño se marcha a Estados Unidos para competir en las IndyCar Series con el «KV Racing Technology» tras pelear 19 años en la Fórmula Uno.

También desaparecen de primera plana, por decisión de su equipo, Jaime Alguersuari y Sebastien Buemi. El catalán seguirá ligado al Mundial como comentarista de la BBC -incluso desechó una opción de correr en HRT-, mientras que el suizo compaginará sus labores como piloto de pruebas de Red Bull Racing con la competición de las 24 Horas de Le Mans en el equipo Toyota.

Austin, la novedad

El calendario cuenta con 20 carreras -una más que la temporada pasada- y la principal novedad es la recuperación del Gran Premio de Estados Unidos que, después de cinco años fuera de la Fórmula Uno y tras haberse disputado las últimas veces en Indianápolis (Indiana), tendrá lugar en Austin (Texas).

El circuito, de 5,5 kilómetros de distancia, está diseñado por el germano Hermann Tilke y está inspirado en los trazados de Silverstone (Gran Bretaña), de Hockenheim (Alemania) y de Istanbul Park (Turquía).

Siguiendo con el apartado de circuitos, cabe destacar que el Estado español es el único territorio que aún cuenta con más de un Gran Premio. Aunque no por mucho, porque Bernie Ecclestone, patrón de la F1, confirmó hace unos pocos días que, a partir de 2013, Barcelona y Valencia se alternarán, del mismo modo que lo hacen en Alemania los conocidos circuitos de Hockenheim y Nürburgring.

Ecclestone también fue audaz al declarar que si tuviera que apostar por un piloto lo haría sin duda por Vettel. Frases como «creo que va a hacerlo de nuevo. ¿Por qué pensar de otra forma? Cualquier otra cosa sería una sorpresa» o «para ser realistas, todo apunta a Sebastian. Lo tiene todo; talento, pasión, celo, una cabeza despejada y odia perder. Me lo imagino batiendo el récord de Michael (Schumacher)» no hacen más que resaltar el potencial del que será, sin duda, el hombre a batir.

Otra «estrella» entre la sombra

Está claro que los protagonistas principales son y seguirán siendo los propios pilotos, pero no hay que olvidarse de alguien que sigue trabajando desde la sombra. Se trata del inglés Adrian Newey -diseñador del coche con el que Vettel y Red Bull han dominado la Fórmula Uno durante los dos últimos años y medio- o, como se le llama en el Gran Circo, el «gurú» de la aerodinámica.

Newey, de 53 años, se vinculó a los circuitos a finales de la década de los ochenta, con la escudería March. Después, en 1990, pasó a formar parte del equipo Williams. Un año después, el británico Nigel Mansell rozó la victoria hasta que finalmente, en 1992 alcanzó la gloria.

La temporada siguiente, Newey diseñó el monoplaza con el que el francés Alain Prost -que ya había ganado los títulos en 1985, 86 y 89 con McLaren y al que solo supera en victorias en F1 el alemán Michael Schumacher- celebró su cuarta corona.

A partir de ahí, ha colaborado en varios Mundiales del Káiser, Damon Hill (1996), Jacques Villeneuve (1997), Mika Häkkinen (1998 y 1999) y Sebastian Vettel (2010 y 2011). ¿Le seguirá dando Newey alas al Red Bull otra temporada más? La respuesta, a partir de este domingo.

Escapes soplados

Los temas referentes a aspectos técnicos también sufrirán cambios esta temporada. Se trata de los escapes soplados que, a diferencia de la temporada pasada, han quedado prohibidos por la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Este sistema dirige los gases de los escapes hacia el difusor -la parte trasera del fondo del coche- cuando el piloto no pisa el acelerador, lo que incrementa el efecto suelo y, por lo tanto, aumenta la adherencia del monoplaza.

Adelantamientos

También se podrán ver varios cambios dentro de la carrera. En los adelantamientos, los pilotos solo podrán hacer un cambio de dirección para defender su posición y, además, el coche que defienda su puesto deberá dejar el espacio equivalente a la anchura de otro monoplaza.

Coche de seguridad

Cuando el coche de seguridad intervenga en la carrera, los monoplazas con vuelta perdida podrán «desdoblarse» e incorporarse a la cola de carrera con el objetivo de que los más lentos no entorpezcan la marcha de los que van primeros una vez reanudada la prueba.

Cuatro horas

A partir de esta temporada, las carreras tendrán una duración máxima de cuatro horas para impedir que una larga suspensión las alargue hasta el doble, como ocurrió en el Gran Premio de Canadá del pasado año, cuando la prueba duró cuatro horas y cuatro minutos. En este sentido, los coches que se hallen en la calle de boxes en el momento de la suspensión podrán reincorporarse en la posición que ocupaban antes.

Entrenos en mayo

Contrariamente a lo ocurrido años anteriores, y por petición de los equipos participantes en el Mundial, a principios de mayo se efectuará una sesión de pruebas de tres días después de los cuatro primeros Grandes Premios (Australia, Malasia, China y Bahrein).

Sin DRS con lluvia

Entre las últimas medidas adoptadas, destaca la que afecta a la limitación del uso del alerón trasero ajustable (DRS) en las carreras con lluvia. Así, el director de carrera podrá «prohibir la activación del DRS si considera que la visibilidad es demasiado reducida en condiciones de lluvia» por motivos de seguridad.

Neumáticos

Un juego de ruedas para suelo seco podrá trasladarse al sábado si las sesiones libres del viernes fueran declaradas con lluvia, para que los pilotos puedan dar más vueltas de entrenamiento.

Toque de queda

En el caso de los Grandes Premios nocturnos, como el de Singapur, el toque de queda destinado a impedir a mecánicos e ingenieros trabajar durante la noche no se aplicará a los empleados de los servicios de catering (especialistas en comidas preparadas), del marketing y de los servicios de información.