Vamos a ser capaces de mantener, siquiera, ese rescoldo de dignidad consistente en la conciencia misma del atropello al que nos tienen sometidos? Atropello que va in crescendo y no tiene visos de cambiar motu proprio, pues tras cada renuncia nuestra la voracidad de los patronos se acrecienta de manera exponencial.

�Acaso no vemos pasearse a la injusticia cada vez m�s despreocupada? Cada d�a su rostro asoma en peri�dicos, radios y televisiones. Empresarios estafadores, pol�ticos prevaricadores, aleladas infantas que dicen desconocer el origen de su lujo y patrimonio. Presidentes ya condenados que pasean su palmito entre mediterr�neas palmeras a quienes se�or�as del todo independientes evitan su encarcelamiento.

Aprisionados en el discurso de �lo posible�, una de las mayores mentiras construidas en nuestro tiempo, nos hacen ver lo �nico que se puede hacer. Pero, como siempre, nosotros a pie y ellos a caballo.

Los recortes los pide Europa. Nadie conoce a la tal se�ora. Espa�a necesita las medidas tomadas, quien se oponga a ellas -rebuzna Esperanza Aguirre- no es patriota. La huelga es un ataque a Navarra, berrea la Confederaci�n de Empresarios Navarros. Si ellos son la patria, nosotros, evidentemente, somos extranjeros. Dec�a el viejo Marx, aquel que fue pareja de un tal Engels, que la clase dominante tiene el poder y los medios para imponer su cosmovisi�n al resto de clases sociales, consiguiendo as� que su propio inter�s aparezca como el inter�s general. �Uno cree que muere por la patria y muere por los industriales�, resum�a magn�ficamente Anatole France hace m�s de cien a�os.

Citar al autor de �El Capital� puede resultar anacr�nico, pero, qu� quer�is, le tengo cari�o. Ya lo dijo hace dos d�as el octogenario Joseph Aloisius Ratzinger, que se hace llamar Benedicto XVI: �el marxismo est� superado�. Y no debemos olvidar que el que ocupa la silla de Pedro viste de blanco, con capa y zapaticos coloraos no siendo sanfermines, posee el don de la infalibilidad pontificia. Lo pr�ximo, la superaci�n del darwinismo.

La semana pasada Antonio �lvarez-Sol�s refer�a la huelga del 29 como �la hora de la lealtad�. Hermoso concepto ant�nimo de traici�n. Leal a m� mismo y a los m�os, s�lo as� podr� sentirme digno mostrando mi indignaci�n contra la indignidad. Los gobiernos autistas no entienden otro lenguaje que la huelga. La llamada reforma laboral busca configurar una relaci�n laboral donde el trabajador est� a merced de los caprichos del patr�n. La precariedad ser� la t�nica dominante y la angustia causada por la inseguridad y el miedo nos acompa�ar� hasta en sue�os. Los planes a futuro se acortar�n a un presente en precario y nuestro destino ser� la voluntad de un d�spota, con suerte algo ilustrado.

Si queremos conservar la dignidad, ejerzamos de pedag�gicos piquetes informativos hasta el 29 y ayudemos a vencer el miedo y la apat�a en los dudosos. Expliquemos que hacer de esquirol est� muy feo, siempre teniendo en cuenta que se cazan m�s moscas con miel que con vinagre. Nos jugamos mucho en un solo d�a.