Titín III y, sobre todo, Merino II comparecían ante los medios exhaustos tras el partido y las celebraciones inmediatamente posteriores. El delantero de Tricio hacía referencia a ese hecho explicando que «los zagueros han peleado, han sufrido, han llevado el peso del partido... mientras que los delanteros hemos tenido menos movimiento». Algo que tampoco sorprendió al riojano: «Ya habíamos dicho que sería un partido duro y peloteado, porque en este frontón los zagueros tienen que darle mucho a la pelota, quitar en la pared, y al ser tan alto a los delanteros nos toca esperar a tener buena pelota. Sabíamos que habría que sufrir, seguir jugando sin pensar en el resultado, y al final hemos cometido menos fallos que ellos. David ha estado muy bien, y yo tampoco he hecho demasiados errores».

Una dureza que padeció en sus carnes, nunca mejor dicho, un David Merino exultante con su primer gran título. «Estoy supercontento. Jugar con Augusto para mí era un sueño desde pequeño y me ha tocado jugar mi primera final con él. ¿Quién me lo diría hace unos años? Hace seis meses no pensaba ni jugar el campeonato. Augusto estuvo pendiente de mí y me hizo mucha ilusión. Nadie se esperaba que podríamos ganar la txapela y para mí es muy importante. Se lo dedico a toda la gente que cuando estuve mal me apoyó: los amigos, la familia, Cecilio, mi hermano, Txema, Gorka...».

Una victoria que pareció complicarse por los problemas físicos del joven zaguero, que según admitió en ningún momento pensó en abandonar. «Notaba algún síntoma en el gemelo y por eso he entrado la primera vez, pero después ya me he quedado que no podía levantarme. Lasku ha visto que Augusto estaba detrás y yo tenía las dos piernas mal y no podía llegar a la pelota. Desde el principio he visto que las piernas no estaban como otras veces, por la tensión de la final, pero me he sabido dosificar y he podido aguantar, en ningún momento he pensado en dejarlo», aclaró.

Primera txapela para Merino II y cuarta del Parejas para Titín. «Para La Rioja es lo máximo, nuestros aficionados se lo merecían y para nosotros es una enorme alegría compartir una pareja totalmente riojana y poder brindarles el triunfo a ellos. Para mí esta txapela es muy especial por eso, supone mucho para toda La Rioja, tambien que Cecilio ganara la final de Promoción el sábado», destacaba el veterano delantero de 43 años, que entre las dedicatorias no se olvidó de nadie: «Se lo dedico a la pelota, que es mi vida; a mi padre, que en todos los partidos sé que desde ahí arriba me está ayudando; para mi mujer y mis tres hijos, que me cuidan bien y son mi secreto para seguir a tope; a Joaquín Plaza, que planifica los entrenamientos, a David y a todo nuestro grupo de entrenamiento, porque es un placer trabajar con ellos y seguir aprendiendo cada día; y a la afición, porque nos han estado ayudando mucho incluso en los momentos malos».

Un Titín que no pierde ni un segundo pensando en su edad. De hecho, su respuesta más corta fue para dejar claro que «eso está bien para las hemerotecas, para que te acuerdes cuando seas abuelo y eches un vistazo a las cosas, pero para mí lo importante es seguir disfrutando y compitiendo con estos grandes pelotaris que tengo como rivales y compañeros».