Fuerzas políticas y grupos de activistas egipcios celebraron ayer manifestaciones en la plaza Tahrir para pedir que se acelere el traspaso del poder, a pesar de las amenazas de la Junta Militar que derivaron en enfrentamientos entre ambos bandos tras el intento de los manifestantes de acercarse al Ministerio de Defensa. Al menos cuatro personas resultaron heridas tras la carga de los soldados con cañones de agua a presión.

La masiva protesta se produjo en pleno aumento de la tensión, agravada por la muerte, el pasado miércoles, de 11 personas a causa de los disparos efectuados por asaltantes no identificados contra una manifestación frente a la sede del Ministerio.

La protesta, denominada «el viernes del cese del derramamiento de sangre», estuvo encabezada por los islamistas Hermanos Musulmanes y contó con la presencia de la mayoría de las fuerzas políticas egipcias, incluidos los movimientos revolucionarios juveniles, los liberales y los salafistas.

El Frente Democrático del Movimiento Joven del 6 de Abril, que también participó, acusó a las fuerzas de seguridad de secuestrar a dos de sus miembros.