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Raimundo Fitero

Otras resacas

 

Mirando al mar se nota que las gaviotas están nerviosas, revolotean sobre todos los residuos y entre sus graznidos y el de sus compañeros los cuervos, dibujan recados en códigos electorales. Están en campaña, no hay duda. Intentarán convocar al Parlamento vasco, con candidatos de la IA en prisión, con juicios tenebrosos, es decir, como siempre, para lograr de nuevo el pucherazo judicial. Tomaremos esa ola si es que viene.

Pero en estos días de fútbol, aparatosas tomas policiales de una ciudad olímpica mediterránea y otras sutilezas de movimientos de masas, TVE tuvo el detalle de emitir por su canal 24 horas, el debate entre los dos candidatos franceses a la presidencia de la República. En directo, sin cortes, con lo que se pueden y se abren mil interrogantes. Seguramente se trata de una estrategia bien urdida, pero a estas alturas no se puede decir con rotundidad de que se trataba de uno de los últimos recados de los directivos de los servicios informativos del Ente español, o si ya era una recomendación realizada por los que van entrar. Que nadie se lleve a engaño, no tendrán oficialmente jefes, no se han producido nombramientos, pero ya hay los suficientes comisarios arrogándose la representatividad de los clanes del marianismo, de Cospedal o de Soraya.

El debate está dando mucho juego periodístico, estadístico, político. La incidencia en las votaciones por su emisión en el canal español, será insignificante, pero sí nos gustó como propuesta técnica, estética. Los dos, frente a frente, un decorado solemne, dos periodistas, unos números contando el tiempo, preguntas, respuestas, enfrentamientos, acusaciones. Algo vivo. Algo que pese a tener el código genético cartesiano, venía recargado con pasiones con el uso del verbo político con enjundia. No me importan demasiado ninguno de los dos personajes, pero me parecieron bastante más sólidos que la inmensa mayoría de los pretendientes que pululan por las cadenas cercanas. Y el modelo televisivo sí que parece a imitar. Limpio, sencillo, contundente. Los actores lo hicieron bueno. Hasta nos quieren convencer que sirvió para alterar algo el voto. Esto último me parece una cuestión de fe.