Jean Grenet e Iñaki Azkuna, alcaldes de Baiona y Bilbo respectivamente, mantuvieron ayer un encuentro en la capital labortana para concretar la firma de un futuro convenio dentro del proyecto del denominado Arco Atlántico.

Impulsado por el propio Azkuna, el Arco Atlántico tiene como objetivo reforzar las relaciones en materia de turismo, cultura, economía, urbanización, arquitectura y de desarrollo sostenible entre las cuatro ciudades que empiecen con la letra B de la cornisa Atlántica -Bilbo, Burdeos, Biarritz y Baiona-, lista a la que añaden Barcelona y de la que excluyen a la cercana Donostia.

Preguntado por la presencia de Barcelona, el primer edil bilbaino explicó que «es hora de poner en relación la cornisa Atlántica y la Mediterránea. Si con Barcelona podemos avanzar en el futuro, mejor».

Respecto a por qué Donostia no forma parte de este Arco Atlántico, Azkuna manifestó en que «llevarse bien en política es fundamental» y ensalzó las relaciones personales existentes entre los alcaldes de estas cinco ciudades.

El alcalde de Bilbo insistió en la importancia del proyecto para el futuro de estas ciudades ya que, «si no se hace nada, otras ciudades europeas como Londres, Turín o Berlín se lo llevaran todo. En esta epoda de crisis, hay que salir adelante con convenios y acuerdos, que tienen que hacerse en un respeto mutuo», insistió.

Colaboración

El convenio viene a estrechar una colaboración ya existente mediante, por ejemplo, el intercambio de exposiciones entre el Museo Vasco de Baiona y el Bellas Artes de Bilbo, o en materia de renovación urbanística. A nivel turístico, Baiona incluirá Bilbo como destino para los turistas que se acerquen a la ciudad laboratana.

Grenet insistió en que las cinco ciudades forman parte de una sola «comunidad de destino y de vida», y que era importante impulsar el intercambio «entre los jóvenes para que vivan como una sola colectividad».