El enviado del Cuarteto para Oriente Medio, Tony Blair, expresó ayer su «creciente preocupación por el deterioro de la salud» de los presos palestinos en huelga de hambre, por lo que urgió a Israel a evitar un trágico desenlace. Aseguró que en los últimos días ha contactado con las autoridades israelíes «a todos los niveles» para pedirles que adopten «las medidas necesarias para evitar una tragedia que tendría serias repercusiones en la estabilidad y seguridad de la región».

También les exigió que respeten los derechos humanos de los presos y les faciliten una asistencia sanitaria adecuada a su situación, además de garantías procesales.

El lunes, el Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió del «inminente riesgo de muerte» de al menos seis presos, entre ellos Thaer Halahla, de 33 años, y Bilal Diab, de 27. Ambos cumplieron ayer 76 días en huelga de hambre.

Cada día, decenas de personas se acercan a la jaima de la familia de Halahla, en la aldea de Jaras, cerca de Hebrón. «Mi hermano está en una situación crítica. Su corazón late acelerado, sus músculos se han contraído y sangra por las encías y los labios. Ha perdido 30 kilos desde que dejó de comer. Pesaba 85 y ahora se ha quedado en 55», señaló Maher Halahla, rodeado de familiares y amigos que pasan los días en la improvisada carpa recibiendo a las visitas. «Solo Israel se permite tener años encarcelado a alguien sin siquiera acusarle de nada», denunció la madre de Taher. Otro hijo suyo, Saher, también está preso y en huelga de hambre desde hace 25 días. «Esta es su única arma. La huelga hará que el mundo se de cuenta de que nuestros hijos tienen que ser liberados», añadió su marido.

Por otra parte, una delegación de expresos palestinos pidió a la Liga Árabe que denuncie en los foros internacionales la situación de sus compañeros y les trate como prisioneros de guerra. En declaraciones a los medios en la sede de la organización en El Cairo, el portavoz del grupo, Ruhi Mushtaha, incidió en que es necesario que «no sean tratados como presos comunes, a los que las autoridades israelíes aplica la ley de la selva».

Reiteró la importancia de internacionalizar la causa y de celebrar una conferencia mundial que luche por unos derechos básicos de los que carecen los presos palestinos.