La indignación recupera las calles con mensajes contra los recortes
La Puerta del Sol de Madrid, lugar donde hace un año nació el movimiento social 15M, volvió ayer a ser escenario de una protesta que se ha extendido globalmente y que ayer sacó a miles de personas a las calles de Europa. A pesar del férreo y faraónico dispositivo de seguridad, los «indignados» marcharon por las avenidas de la capital española, de Barcelona y de otras 79 ciudades, y desbordaron la emblemática plaza capitalina, tomada por la Policía.
GARA | MADRID
Una abarrotada Puerta del Sol recibió sobre las 20.00 horas de ayer a las cuatro marchas que recorrieron la capital del Estado español, todo ello bajo un fuerte dispositivo policial que vigilaba que las movilizaciones por el aniversario del 15M se desarrollasen con «normalidad» y que los «indignados» no colocasen tiendas de campaña ni otro tipo de instalaciones fijas.
Las 22.00 horas era el momento clave, cuando se podría producir la temida carga policial. El fuerte dispositivo desplegado en el interior de la Puerta del Sol y en los principales accesos se mantenía en sus puestos minutos después de dicha hora, que fijaba el límite permitido por la Delegación del Gobierno para concentrarse en la emblemática plaza. Algunos de estos agentes, preguntados por Europa Press pasada dicha hora, aseguraron que por el momento no tenían la orden de desalojar la plaza. El fuerte dispositivo policial compuesto por 1.100 agentes antidisturbios se mantenía, pero sin movimiento.
La gente había comenzado a llenar la Puerta del Sol de Madrid sobre las seis de la tarde. Dos horas después varios miles de manifestantes ya se congregaban en el centro de la capital con pancartas reivindicativas y cánticos contra los banqueros, la clase política y, sobre todo, los recortes de Rajoy.
«Pueblo despierta, se acabó la siesta» o «Entre capullos y gaviotas, nos toman por idiotas» fueron algunos de los lemas que protagonizaron las protestas de los congregados en Madrid, de todas las edades, que se ubicaron a lo largo de toda la plaza y se sentaron formando varios círculos amplios dejando libre su interior.
Simultáneamente, docenas de ciudades del Estado y de Europa, incluso Tel Aviv, eran escenario de otras protestas con las mismas razones. Destacó poderosamente la movilización de Barcelona, que dio pie, como siempre, a una guerra de cifras entre la organización (200.000 participantes) y los cuerpos de seguridad (22.000).
En la capital catalana los distintos grupos de trabajo que han funcionado durante todo el año en torno a diversas cuestiones tales como los desahucios, la sanidad o la educación, por ejemplo, volvieron a unirse para demostrar a la ciudadanía que son muchos, además de tener muy buenas razones para salir a la calle y movilizarse para cambiar el actual estado de cosas.
La Puerta del Sol es la capital de la indignación española, como ayer volvió a quedar claro. Allí confluyeron las cuatro marchas que habían recorrido la capital desde primera hora de la tarde. Coincidieron con las cuatro columnas procedentes de los distintos barrios y municipios madrileños, que comenzaron su andadura por la mañana. Las marchas completaron su recorrido sin incidentes y en un ambiente festivo.
Pasadas las 22.00 horas, los «indignados» continuaban en la plaza. Recibieron la llegada de la hora límite saltando, gritando y agitando las manos. Para la medianoche se anunciaba un «grito mudo» de protesta.
El movimiento 15M volvió ayer a sacar sus reivindicaciones a la calle también en las capitales vascas. Las manifestaciones en Bilbo, Gasteiz, Iruñea y Donostia fueron convocadas por los colectivos sociales que se agruparon en torno al Movimiento 15M, que hace un año surgió y ocupó las plazas céntricas de numerosas ciudades del Estado.
En Bilbo, unos 2.000 manifestantes partieron pasadas las 18 horas desde la Plaza del Sagrado Corazón, en el final de la Gran Vía, y concluyeron su recorrido en la plaza del Arriaga, escenario hace un año de la acampada que protagonizaron los seguidores de este movimiento ciudadano. Con una pancarta con el lema «¡Ekin degazun!» «¡Actuemos!», los manifestantes marcharon entonando canciones como una en la que, con la música de la popular tonadilla del «elefante», cantaban «Un banquero se balanceaba sobre la burbuja inmobiliaria».
En Gasteiz, 2.000 personas se manifestaron desde la plaza del 3 de Marzo hasta la Virgen Blanca para recordar que el movimiento 15-M sigue vivo. En Donostia, los manifestantes mostraron su indignación por seguir siendo «mercancía en manos de políticos corruptos, banqueros y especuladores». La Plaza del Castillo de Iruñea albergó diferentes actos con los que se llamó la atención sobre las desigualdades sociales. GARA