Mikel INSAUSTI

La película comienza con la impactante imagen de la profesora ahorcada en su aula vacía, escena que es contemplada por dos de sus alumnos: un niño y una niña. Sin restar un ápice de realismo a tan terrible situación, la realización de Philippe Falardeau va incorporando ese punto de partida a un cuento o fábula que mezcla las verdaderas carencias del actual sistema educativo con el sueño de lo que podría ser de contar con elementos humanos capaces de darle otro enfoque distinto. Es la figura del sustituto la que genera esa otra dinámica posible, ante la emergencia representada por el suicidio, metafórico o no, del personal docente.

Hablar de la muerte de la enseñanza en referencia a la carga simbólica del prológo sería excesivo, y más bien sirve de oportunidad para un cambio de método. Monsieur Lazhar llega como surgido de la nada, con una perspectiva de las cosas bastante marciana. Su aportación resulta, sin emabargo, muy positiva. Y lo es, porque no está integrado ni en el colectivo del profesorado ni en el de los padres. La maestra, que unos y otros parecen considerar irreemplazable, estaba contaminada por la actitud paternalista y proteccionista que impide el libre desarrollo y crecimiento personal de los escolares, mientras que su sustituto permanece del todo ajeno a tales condicionamientos coyunturales. Procede de otra cultura, de otro tiempo, y sus méritos nada tienen que ver con los requisitos establecidos por la legalidad vigente del país de acogida.

El actor argelino Mohamed Fellag dota de entidad propia al personaje del exiliado que entiende el sufrimiento de los demás en relación con el suyo propio. No es autoritario con los niños y niñas de su clase, pero sí es exigente porque sabe que su nivel de conocimiento es bajo y, lo que es peor, están demasiado consentidos en su ignorancia. Les enseña lo que ya no se enseña: la literatura clásica y el dictado con las oportunas correciones ortográficas. Pero, en lugar de que la materia se les haga pesada o inabarcable, acierta a despertar un interés por la misma mediante la pasión por el saber.