Caja Navarra aprueba integrarse en Caixabank, donde tendrá el 1%
Caja Navarra es ya pasado. El consejo general de la entidad aprobó ayer integrarse en Caixabank, donde su participación quedará reducida a un 1%, con un solo representante en el consejo de administración. La decisión contó con 19 votos a favor y dos en contra, el de José Miguel Nuin, parlamentario de I-E, y el de Gaizka Uharte, del grupo de impositores de LAB.
GARA | IRUÑEA
El consejo general estaba convocado con dos puntos en el orden del día: aprobar la integración y delegar facultades en el consejo de administración de Caja Navarra para que haga operativa la decisión por la que Banca Cívica, de la que forma parte Caja Navarra, será absorbida por Caixabank.
La integración se aprobó con dos votos en contra, el del parlamentario de Izquierda-Ezkerra José Miguel Nuin y el de Gaizka Uharte, representante de la candidatura de impositores impulsada por LAB, y 19 votos a favor, entre ellos el del presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiain, que no hizo declaraciones.
A la reunión faltaron tres consejeros y sin embargo asistieron el consejero delegado Enrique Goñi y el secretario general Alberto Pascual, aunque estos no votaron.
La integración de Caja Navarra en Caixabank fue defendida tanto por Goñi como por Asiain, quienes reconocieron que dada la normativa establecida en sendos decretos, Banca Cívica por sí sola «no puede cumplir con las exigencias de capitalización y provisiones» establecidas.
«No hay alternativa», afirmaron, y en esta situación, Goñi y Asiain consideraron que la integración «es buena» aunque la participación de Caja Navarra haya sido valorada en el uno por ciento de la entidad resultante. A su juicio, ese uno por ciento constituye «una minoría significativa que se puede gestionar de forma activa».
Los consejeros, a los que se sirvió un aperitivo al término de la reunión, cobrarán por asistir a ella 1.700 euros cada uno, salvo que se haya renunciado a esa dieta, como fue el caso del parlamentario de I-E. Antes de comenzar el consejo, Nuin comentó en declaraciones a los periodistas que esta reunión era «el final» de Caja Navarra, que queda «liquidada como entidad de crédito» como consecuencia de «unas decisiones muy inadecuadas», primero por las inversiones inmobiliarias y después por la privatización de todas las cajas y su «entrega» a la banca.
Del 29% al 1%
El consejero Gaizka Uharte, que también votó en contra, recordó en su intervención que en el momento de la constitución de Banca Cívica, Caja Navarra era propietaria del 29% de sus acciones, «con lo que permitía influir de manera importante en la toma de decisiones respecto a las políticas crediticias de dicha entidad. Ahora -añadió- con el exiguo 1,204% del capital de Caixabank, tanto la capacidad de influir en la toma de decisiones como los fondos que lleguen para la Obra Social van a disminuir de forma importante».
Como consecuencia de ello, subrayó Uharte, «la maltrecha economía de Nafarroa y los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad van a comprobar en sus carnes la casi desaparición de la CAN».
El sindicato LAB ahondó en esta consideración al señalar que «se trata de una pérdida inmensa, más aún ahora que tenemos la necesidad de desarrollar una política económica y social propia. Con el robo de Caja Navarra, Nafarroa ha perdido un importante instrumento financiero», denunció.
El consejero Gaizka Uharte se refirió también al impacto que esta operación tendrá en los puestos de trabajo. Según recordó, «en este casi año de vida de Banca Cívica, se han destruido 200 empleos en la antigua Caja de Ahorros de Navarra» y en estos momentos «se está hablando de una destrucción de empleos para el conjunto de Banca Cívica de 1.500 puestos».
Según los datos aportados por el representante del grupo de impositores impulsado por LAB, «especialmente grave es la situación de los trabajadores de los servicios centrales tanto de la CAN como del resto de cajas que forman Banca Cívica, cuyo futuro laboral y personal pende de un hilo».
Los sindicatos presentes en Banca Cívica y CaixaBank alcanzaron ayer un acuerdo laboral con ambas entidades sobre las condiciones de los trabajadores, que contempla medidas de movilidad geográfica y establece una homologación de las condiciones de los trabajadores de Banca Cívica de forma progresiva, durante un plazo de cinco años.
La armonización de las aportaciones a los planes de pensiones de empleados a las condiciones de CaixaBank también se homologará de forma progresiva durante el mismo periodo.
En cualquier caso, CaixaBank no ha cuantificado aún el ajuste que será necesario llevar a cabo en la plantilla y en la red de oficinas como consecuencia de la fusión de ambas entidades. GARA