La ONU, la Unión Afriicana (UA) y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) se reunieron ayer en Abijan para discutir una posible intervención militar en Azawad, el territorio al norte de Mali del que los independentistas tuareg han tomado el control.

Esta reunión examinará si es necesario «adoptar y aplicar por el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución permitiendo una intervención militar para la resolución de la crisis», dijo el ministro de Exteriores de Costa de Marfil, Daniel Kablan Duncan, cuyo país preside actualmente la Cedeao.

«Tenemos un deber histórico de acordar una estrategia común, para prever las medidas, incluidas las militares, y una hoja de ruta donde el papel de cada uno será bien definido», declaró Desire Ouedraogo Kadre, presidente de la Comisión de la Cedeao.

«El respeto a la integridad territorial y la unidad de Mali no pueden ser objeto de discusión o negociación» expresó el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, lamentando «el fortalecimiento de la influencia de los grupos armados y terroristas» en Azawad.

«La finalización de la normalización institucional es crucial» para ayudar a restaurar la autoridad del Estado en Azawad, dijo Ping.

Jihadistas

Por su parte, el presidente de Nigeria, Mahamadou Issufou, dijo que los Jihadistas «de Afganistán y Pakistán» han estado en Azawad, en función de «entrenadores».

«Tenemos información sobre la presencia de afganos y paquistanies al norte de Mali. De Jihadistas venidos de países no africanos, que sirven como entrenadores. Son ellos quienes enseñan a los reclutados en los diferentes países de África», dijo, añadiendo tener «información precisa sobre campos de entrenamiento de los islamistas nigerianos de Boko Haram en Gao (norte)».