Iribar y Carmelo, inalcanzables
Iraizoz está cerca del podium de porteros con más partidos
Esta temporada el guardameta navarro, que suma 212 encuentros, tiene a su alcance tanto a Andoni Zubizarreta (239) como a Raimundo Lezama (261).
Joseba VIVANCO
«Nadie dijo que fuese sencillo ser portero en el Athletic». La frase la pronunció en cierta ocasión Gorka Iraizoz. Seguramente, si el gol que le hizo el Olympique de Lyon al Athletic el viernes se lo hacen a él en lugar de a Raúl, más de un aficionado hoy estaría pidiendo su cabeza. El navarro sabe lo complicado y lo expuesto que es defender la meta de San Mamés. Enormes porteros la contemplan y él, en puertas de su sexta temporada en el club bilbaino, tiene este curso la oportunidad de colarse en el Olimpo de los cancerberos rojiblancos con más partidos defendiendo este escudo.
El iruindarra suma ya 212 encuentros en cinco campañas, lo que le pone a tiro de sobrepasar al mito más reciente que ha defendido el arco de La Catedral, como es Andoni Zubizarreta. El de Aretxabaleta, en cinco años, jugó 239 partidos. Pero es que si Marcelo Bielsa vuelve a otorgar al navarro su ciega confianza y las lesiones le respetan, Iraizoz podría adelantar a toda una institución en la historia del Athletic como fue Raimundo Lezama, quien en 16 temporadas sumó 261 partidos. Con solo disputar los 37 choques de Liga de la próxima campaña, Gorka se metería en el podium de porteros rojiblancos con más partidos, por detrás del gran Carmelo (402 participaciones en 14 años) y del inalcanzable José Ángel Iribar (641 en 18 campañas).
Basconia, Gernika, Espanyol
Su carrera deportiva comenzó en 1999 en el Basconia, a donde llegó con 18 años procedente de la Txantrea, como la mayoría de navarros que recalan en Lezama. En aquel filial, donde participó en 20 partidos, coincidió con Carlos Gurpegi -que anotó 15 goles-, único de aquel plantel junto a él en llegar al primer equipo. En aquel vestuario competía con Borja Esteban en la portería. Al curso siguiente, en 2000, para la meta del Basconia se trae del Logroñés juvenil a Miguel Escalona y del Arenas a Javi López, mientras que la del Bilbao Athletic la ocupan Sergio Vera, que también llega del Arenas, y el citado Borja Esteban.
«Los técnicos de entonces pensaron que otros compañeros tenían más posibilidades que yo», contaba hace años. Se equivocaron. Fue traspasado al Gernika, donde permanece dos años hasta que el filial del Espanyol se fija en él y se lo lleva a la Ciudad Condal. En 2004 debuta con el primer equipo perico, pero luego es cedido al Eibar, donde casi asciende a Primera.
2005 es un año crucial para la carrera de Gorka, ya que Miguel Ángel Lotina comienza a fijarse en sus aptitudes en la portería. En 2006, tras la llegada de Ernesto Valverde al banquillo del Espanyol, es nombrado portero para la Copa de la UEFA, jugando la final de la competición. Dos años después, el 7 de agosto de 2007, después de una dura negociación, cierra su traspaso al Athletic, por la cifra de 4,5 millones de euros más la cesión de Iñaki Lafuente al conjunto catalán. Siete años después, regresaba a Lezama de la mano de Joaquín Caparrós, desplazando de la portería no solo a Lafuente sino a Dani Aranzubia.
19 días más tarde, debuta en San Mamés ante Osasuna. En noviembre vuelve a Montjüic y se lesiona. Dos meses después regresa y vuelve a recaer, esta vez, de gravedad. Rotura del tendón del recto anterior del cuádriceps derecho. «Tras la operación, mi mujer tuvo que salir de la habitación para que no la viera llorar», recordaría tiempo después el navarro sobre aquellos malos momentos, los peores de su carrera, en los que se temió por su continuidad. Pero Gorka volvió y desde entonces se ha convertido en el titular en la portería de San Mamés.
Como todos los guardametas rojiblancos, el navarro está sujeto cada temporada a la afilada crítica de la grada y de la afición, entre la que suma partidarios y detractores, y la última campaña no lo ha sido menos. Se le ha señalado, también por parte de la prensa, como culpable de algunas derrotas, por no hablar de aquel golazo del realista Iñigo Martínez en Anoeta. Pero Bielsa, contra viento y marea, le ha dado su confianza, y eso que la sombra del joven Raúl Fernández (24 años) es cada vez más alargada a su espalda.
«Tengo retos muy ilusionantes»
Son cada vez más los que piden una oportunidad para el suplente bilbaino, y quién sabe si la podría tener en este segundo año de Bielsa. El fichaje reciente de Iago Herrerín (24 años), cedido al Numancia, ha alimentado aun más el abanico de posibilidades a futuro de la portería. Y no olvidemos que otro joven cancerbero ocupa estos días con éxito la meta de la selección española sub´19 en el Europeo de Estonia. Hablamos del ondarrutarra Kepa Arrizabalaga (18 años). Iraizoz (29 años) tiene contrato hasta 2015, tres temporadas por delante y con una dura competencia por el puesto.
El portero iruindarra no es de los que se arredra. Respecto a sus objetivos para el nuevo curso, siempre diplomático, ha recordado estos días que la temporada pasada jugó 61 partidos y que esta temporada «es muy ilusionante, con muchos objetivos. Yo tengo los míos, y para mí son muy ilusionantes».
El cancerbero asegura que «hay que tener ambiciones» y asume que «tengo que trabajar cada día muy duro para estar bien, hay retos que renuevas y este año tengo otros que me motivan mucho. Luego, el técnico es quien decide». En pretemporada se dice que se parte de cero, pero Gorka lleva ventaja.
Markel Etxeberria (17 años) debió de sentir en el banquillo en el Estadio Des Alpes de Grenoble los mismos nervios que Iker Muniain cuando jugó sus primeros minutos con el primer equipo en el campo de Urritxe de Zornotza, o Ander Iturraspe en el de Landaberri de Zalla, por poner dos ejemplos. Nervios. Y así lo atestiguó tras su debut y en su primera aparición ante los micrófonos de la prensa. «Nervioso», dijo, para reconocer que «he acabado muerto» tras jugar los segundos 45 minutos y hacerlo con buena nota. Lo mejor es que tiene claro su futuro: «Las cosas ya llegarán a su tiempo... si tienen que llegar». J.V.