Beñat Atorrasagasti comparecerá mañana ante un tribunal escocés
Beñat Atorrasagasti, detenido el viernes por la noche en Edimburgo, donde residía con su familia desde hacía tiempo, comparecerá mañana ante un tribunal escocés. La izquierda abertzale advirtió a Madrid de que con el goteo de detenciones no logrará frustrar el proceso.GARA |
El ciudadano vasco Beñat Atorrasagasti Ordóñez, detenido el viernes por la noche en Edimburgo y al que vinculan con ETA, comparecerá mañana ante un tribunal escocés de primera instancia «en aplicación de la Ley de Extradición de 2003», según confirmó ayer una portavoz de la Policía escocesa.
El arresto se produjo alrededor de las 22.00 en el área de Leith, según el Ministerio de Interior español. Las mismas fuentes señalaron que la operación es el resultado de una investigación iniciada meses atrás, en la que la policía británica y la Guardia Civil localizaron el domicilio alquilado por Atorrasagasti en Edimburgo, lugar donde residía con su familia desde hacía tiempo.
Según un comunicado policial difundido ayer, se procedió a su detención «en virtud de dos euroórdenes» emitidas por los estados español y francés.
Tras su detención, Interior señaló que «todo indica» que Atorrasagasti «pertenecía actualmente» al «aparato de reserva» de ETA, aunque investigan si hoy en día «desarrollaba alguna actividad». Las mismas fuentes dijeron que el vecino de Bortziriak huyó de una operación policial en 2001, que fue presentada como la desarticulación de un grupo de «mugalaris».
Actitudes contrapuestas
Ayer se produjeron reacciones de signo opuesto. La la izquierda abertzale consideró el arresto como el último ejemplo «de la falta de voluntad absoluta de los mandatarios españoles para encarar un proceso en clave de diálogo y soluciones», y achacó a Madrid de que solo espere la disolución de ETA, «negando la necesidad de encarar un proceso integral, para dar respuesta a las consecuencias del conflicto e ir a las raíces del conflicto». A su juicio, existen dos actitudes contrapuestas. Por un lado la de la sociedad vasca, que «avanza en el cambio iniciado tras el fin definitivo de la actividad armada de ETA» y, por otro, el del Gobierno del PP, que «sigue levantando un muro de intransi- gencia», pero que está cada vez más débil políticamente frente a las demandas democráticas del pueblo vasco.
Por su parte, desde el PP, Leopoldo Barreda declaró que «el conjunto de actuaciones de las fuerzas de seguridad y de la justicia, en colaboración con diferentes gobiernos, demuestran la voluntad del Gobierno español de mantener la guardia alta y el nivel de exigencia respecto a ETA». El dirigente del PP insistió, en este sentido, en que el mensaje que hay que trasladar es que «ETA debe disolverse o será disuelta».
La izquierda abertzale reiteró su apoyo decididamente por avanzar por el camino emprendido, y advirtió a Madrid de que no conseguirá alterar ni boicotear, pese a todos sus intentos, este proceso.