Andre Greipel (Lotto): «Ha sido un etapa muy difícil para mí, debido al puerto de Mont Saint-Clair. Yo tenía que estar en la parte delantera del pelotón en el ascenso si quería tener opciones. Y he podido engancharme. Después, una vez más, el trabajo del equipo me ha permitido ganar. Incluso Van den Broeck, que está aquí para luchar por la general, ha trabajado para mí», reconocía agradecido el alemán.

«En el sprint -añadía-, me decidí por seguir la rueda de Boasson Hagen, porque estaban preparando una llegada para él. ¡He tenido buena vista! Yo veía a Sagan a mi derecha, y era un sprint bastante largo. Pero he ganado, y estoy muy contento. Vine aquí para ganar una etapa, y ya tengo tres. ¿Mont Saint-Clair? Yo no lo conocía, me dijeron que la subida era muy dura y he podido confirmarlo. Pero sabía que si no me despegaba demasiado de los primeros, luego podría recuperar terreno. La próxima cita será mañana. Es el día de mi cumpleaños -anunciaba ilusionado- y espero que pueda darme un regalo».

Peter Sagan (Liquigas): «Si hubiera arrancado un poco antes, tal vez... -se lamentaba-. Me ha ganado por poco, pero felicito a Greipel. Su equipo marcó el ritmo al final para cazar a Vinokourov y Albasini. He logrado buenos puntos para el maillot verde, pero todavía no está asegurado, y no lo estará hasta los Campos Elíseos. En el Tour, cualquier cosa puede suceder».

Pablo Urtasun (Euskaltel), uno de los protagonistas de la escapada del día, que le convertía además en el segundo ciclista con más kilómetros en fuga de este Tour, decía que «hoy era un día muy señalado para los franceses, y había que estar atento. Casi todos los equipos galos han metido a un representante en la aventura así que, por si acaso, era importante estar».

Respecto a la fuga -180 kms., cazados a 30 de la meta-, el de Urdiain decía que «quizá ha habido demasiado entendimiento. Pienso que hemos ido demasiado fuerte al inicio y hemos abierto demasiado hueco. Habría sido mejor haber regulado y tener más fuerzas al final. Sabíamos que era una parte final complicada por el viento, y que el pelotón apretaría. Nos habría venido bien haber guardado algo para tener alguna opción, pero ha sido imposible», concluía.

Haimar Zubeldia (Radioshack) confesó que se siente «cansado, pero animado ante la llegada de los Pirineos, donde espero hacer un buen papel cerca de casa. Al final ha habido mucho peligro. Conocía la cota y el equipo ha estado muy bien. Hemos ido muy atentos para colocarnos bien y no quedarnos en un corte. El Sky tenía la baza de Boasson Hagen y han controlado muy bien la parte final».

Dentro de unos días llegarán los Pirineos, «cerca de casa y con el apoyo de muchos amigos. El aficionado vasco sabe animar al de casa, ama el ciclismo y alienta a todo el mundo. Trataré de hacer un buen papel».