La plantilla de Asegarce, que hace pocas fechas estuvo concentrada en Guardia, uno de los centros neurálgicos de La Rioja Alavesa, amplió ayer su bodega de caldos, en este caso de Nafarroa, al imponerse, muy ajustadamente, a Aspe en el Desafío del vino Marco Real programado como enlace a la final del Torneo de San Fermín que se ha cerrado esta pasada madrugada. El triunfo de la promotora bilbaina resultó muy sufrido, ya que el partido definitivo, el mano a mano entre Urrutikoetxea y Ezkurdia, llegó a ir 20-20, y los dos últimos tantos cayeron del lado del vizcaino, dando las 1.200 botellas a su empresa.

Y eso que Aspe comenzó ganando gracias a la victoria de Julen Retegi en el primer partido del festival, el jugado dentro del cuatro y medio, un choque con muchas alternativas en el marcador y que cayó del lado de Retegi Bi gracias a su mayor capacidad rematadora -hizo 13 tantos en juego por 9 de Iker Arretxe-. No hubo sorpresas entre dos rivales que se conocen a la perfección, pero eso sí, el marcador tuvo sus idas y venidas. Comenzó ganando el de Aspe, que se adelantó 1-6, pero el de Asegarce le dio la vuelta a la situación con un parcial de 10-0. Sin embargo, Julen Retegi recuperó su mejor juego para terminar imponiéndose por 18-22.

Para el segundo partido, el de parejas, Asegarce quiso jugar sobre seguro colocando a Aimar Olaizola -debía elegir entre el de Goizueta y un Pablo Berasaluze que terminó haciendo de botillero en los dos duelos individuales- y, como casi siempre, el de Goizueta respondió a la perfección. El campeón manomanista volvió a formar pareja con Mikel Beroiz y fue el principal protagonista de su contundente triunfo por 22-10 ante Gonzalez -Laskurain.

Pese a haberse quedado fuera de la final del torneo de la feria iruindarra, a nadie escapa que Aimar Olaizola atraviesa por un gran momento de forma y ayer lo volvió a demostrar con una exhibición ofensiva -sumó hasta un total de 14 tantos en juego- para desarbolar la defensa de sus rivales.

El tercer partido presentó dos grandes puntos de atención; decantar la balanza en el Desafío y comprobar el resultado de adelantar la raya de la pasa del siete al seis. El objetivo de esta medida es claro, equilibrar los partidos y que no se rompan con el saque y, al menos el viernes, parece que la medida funcionó, ya que Urrutikoetxea y Ezkurdia protagonizaron un duelo muy duro y parejo, que se decantó a favor del vizcaino y por ende de Asegarce, después de llegar a ir empatados a veinte.