Glen Hansard es uno de esos músicos curtidos en las calles. Llegó hasta las aceras de Dublín con trece años y ellas le dieron las tablas necesarias para combatir las embestidas de la vida, esas que recibe cualquier artista, independientemente del éxito que llegue a alcanzar. Y él ha logrado aquello que su imaginación le dejó soñar. Alan Parker lo escogió para su maravillosa y fresca «The Commitments» (1991). Un barrio obrero de Dublín, una banda y una frase para el recuerdo: «Los irlandeses son los negros de Europa. Los dublineses son los negros de Irlanda. Los de Dublín Norte son los negros de Dublín». Circunstancias de la vida, el irlandés se encontró con la fama demasiado joven y tras la película tuvo que recomponer los «pedazos» para seguir su camino como músico. Un sendero que transitó acompañado de «The horse» (su guitarra acústica Takamine NP15) y ese espíritu «busker» que aún hoy puede sentirse en sus conciertos. Sobre la calle y sus músicos precisamente versaría el siguiente proyecto cinematográfico; «Once», una idea de John Carney, el bajista de The Frames, su banda. Y como a veces ocurre, el destino unió a Hansard y a Markéta Irglová. La canción «Falling slowly» mereció un Óscar y su historia de amor callejera y musical acabó traspasando la gran pantalla. Tanto es así que ahora el documental «The Swell Season» nos muestra el devenir de esa aventura romántica que tuvo que de lidiar con la fama, la euforia, y una gira de dos años. «The Swell Season» indaga en la trastienda de los escenarios en busca de una historia de amor real, auténtica y dolorosa por momentos. Promete.