En una comparecencia llevada a cabo ayer en Bilbo, Rebeka Ubera (Aralar) en euskera, y Unai Ziarreta (EA) en castellano, dieron lectura a un comunicado en el que animaron a la ciudadanía a expresar su rechazo «a los recortes impuestos desde Madrid» que representan, a su juicio, «el mayor y más grave ataque perpetrado por el Gobierno español contra Euskal Herria y la ciudadanía vasca en materia social y económica».

A su entender, «los intereses de la banca y el capital gobiernan» en el Estado español y por ello, EH Bildu sostiene que «es la hora de emprender el camino hacia la soberanía plena para construir una Euskal Herria bajo diferentes parámetros socio-económicos».

Los ajustes adoptados por el Gobierno del PP «caminan hacia el modelo de Estado y de sociedad que quiere la derecha española» y «desmantelan el Estado del bienestar, a la vez que ahondan en el centralismo político que va en el ADN del PP».

Ante ese doble ataque, EH Bildu apuesta por organizar una respuesta coordinada entre formaciones políticas y de sindicatos para reclamar soberanía y que los vascos tengan «herramientas propias para construir un nuevo modelo económico y social», porque ni el Concierto ni el Amejoramiento sirven para marcar políticas propias en materias como protección social, medidas anticrisis o en el capítulo de la fiscalidad.

EH Bildu denunció asimismo «la incapacidad política» que a su entender ha demostrado el Gobierno de Patxi López, «en una situación insostenible» en estos momentos de crisis, y criticó al PNV por «ensalzar exclusivamente el Concierto y proponerlo como la única salida para esta situación».

Junto a Ziarreta y Ubera, también comparecieron Maribi Ugarteburu, en representación de la izquierda abertzale, y Oskar Matute, de Alternatiba, para convocar el próximo día 21 de julio, a las 17:30 horas a la marcha que partirá de la Plaza del Sagrado Corazón de Bilbo bajo el lema «No a los recortes, soberanía económica».

Urkullu: «Sin hoja de ruta»

Por su parte, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, criticó que el Gobierno español haya emprendido ese programa de ajustes sin buscar el consenso con ningún partido y sin mostrar una «hoja de ruta» para superar la crisis, más allá de los recortes.

«Son medidas que quizás sean necesarias, pero en función de cuál es la hoja de ruta y con medidas de la generación de economía». Además, criticó que suponen «la modificación del modelo de Estado» por la forma en que se han adoptado.

Urkullu destacó que la suma del último ajuste presupuestario, entre recortes y subidas impositivas, supone la misma cantidad -más de 60.000 millones- que la estimada que deberá aportar Europa para sanear el sistema financiero español, según las dos auditorías independientes realizadas a los bancos españoles.

Para el dirigente jelkide, esa coincidencia es la «constatación» de la «imposición» de las instituciones europeas al Gobierno de Rajoy de ese ajuste como garantía de sus ayudas al Estado español.

Rescate como país

Desde Alemania, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, recomendó ayer al Estado español refugiarse «bajo el paraguas» de un rescate europeo como país, en lugar de solicitar únicamente ayuda financiera para su sistema bancario, ya que el mercado de deuda reaccionaría «positivamente».

En declaraciones a un medio de comunicación, Weidmann destacó que los balances de los bancos «siempre» son un reflejo de la economía general de un país, a la vez que insistió en que el Estado español necesita «actuar» ante el elevado desempleo y el déficit de las autonomías.