La Real ha llegado al inicio de la temporada coja sin poder apoyarse en los dos principales cimientos en los que se basó su remontada de la campaña anterior. Cuando se tocó fondo y su proyecto pendía de un hilo en la visita al campo del Betis, con nueve puntos en doce partidos, Philippe Montanier recurrió a un centro del campo formado por Elustondo, Aranburu y Zurutuza que dotó al equipo del equilibrio que le faltaba y Vela marcó su primer gol con la Real y dio una asistencia.

Con ese centro del campo más habitual y los doce goles del mexicano, la Real consiguió 38 puntos en los últimos 26 partidos, que son la base más firme de la ilusión de la afición junto a los fichajes de José Ángel y Chory. La Real jugó en Mallorca sin estos dos fichajes, sin los tres centrocampistas en los que basó su recuperación y con un Vela que admitió ayer que le cuesta más de lo que desea alcanzar la puesta a punto.

Preguntado por su déficit en el estado de forma, señalaba que «no necesito que ninguno de ustedes me lo diga, soy el primero que me conozco y me falta mucho. No tanto en lo físico como a la hora de tener sensaciones buenas, detalles que me permitían hacer buenos partidos y que ahora no las tengo. Habrá que trabajar para que lleguen rápido y empezar la racha goleadora y de asistencias antes que la temporada pasada».

Entonces su primer gol llegó el 27 de noviembre y, cuando le preguntaron ayer por el plazo que se marca por encontrar su mejor nivel, respondió que «no lo sé. Creo que conforme pasen las jornadas se irá viendo una imagen mejor de mi parte. Espero que encontremos rápido al mejor Carlos Vela».

Cansancio ante el Celta

Señalaba que en el partido contra el Celta se sintió bien en «la primera parte. Después empezó el cansancio y eso provocó que desapareciera y no pudiera completar el partido. No estoy al 100%, pero esta semana he estado muy bien, no he tenido ninguna molestia y eso es positivo para estar mejor».

Preguntado por las razones por las que le cuesta tanto coger la forma en comparación con otros como Agirretxe o Griezmann, que tienen la habilidad de empezar mejor, señalaba que «no tengo ni la menor idea. Me encantaría ser como los que llegan el primer día y están bien. Será la genética, no sé, pero me cuesta más arrancar, como en mi vida personal. Me cuesta abrirme con las personas, siempre voy poco a poco y me cuesta encontrarme. Yo lo veo normal, hay gente que dice que soy diferente. Las dos semanas que no empiezo con el equipo me pasan factura. Se nota que los demás trabajaron aspectos que yo tuve que hacer en menos días».

Lo que rechazaba es que le afecte la apuesta realizada por la Real para ficharle porque «no me considero un nuevo fichaje, sino uno más del año pasado. No cambia nada cómo debo estar en el club y quiero dar mi mejor nivel, mi mayor esfuerzo sin pensar en otros aspectos».