Durante su discurso de apertura del año judicial, que fue presidido por Juan Carlos de Borbón y tuvo lugar en Madrid el martes, Eduardo Torres-Dulce «se extendió en el análisis de las actividades» de ETA, tal como ha quedado recogido en la propia web del Ministerio Fiscal (www.fiscal.es).

El fiscal general del Estado hizo una «sintética referencia» a los datos estadísticos registrados durante 2011 y comentó que «se ha observado una reducción general del número de procedimientos en comparación con el año 2010, lo que obedece en parte a la disminución de la actividad terrorista relacionada con ETA y su entorno».

Pese a ello, no hizo mención al cese definitivo de la lucha armada y, por contra, aludió a supuestos «tentáculos que periódicamente tiende» ETA «para infiltrarse y socavar las instituciones democráticas mediante el padrinazgo de organizaciones pseudopolíticas». De ahí pasó a amenazar a Sortu, formación a la que citó expresamente antes de advertir de que «la única respuesta que podemos dar a ETA« será «un nivel de tolerancia cero para con sus pupilos».

Estas reflexiones parecen haber sorprendido a propios y extraños. Al menos esto se desprende de la valoración que realizó ayer Juan Calparsoro. En declaraciones a Onda Vasca, que fueron difundidas por Europa Press, el fiscal jefe en la CAV se mostró convencido de que «los datos no llevan» a pensar que la actividad armada de ETA se mantenga, «ni mucho menos».

Percepción social

Calparsoro interpreta que Torres-Dulce ha adoptado «una postura» comprensible desde su cargo institucional, «poniéndose en el peor de los escenarios». «Probablemente, es lo que él quiso advertir», puntualizó. En ese contexto, admitió que «en la medida en que» ETA no se ha disuelto «es cierto» que «hipotéticamente» la acción violenta «podría regresar». No obstante, también resaltó que considera que «en Euskadi» existe «una percepción social, una convicción» de que la lucha armada ha terminado.

«Quedan pasos que, indudablemente, deben darse, pero lo que es actividad terrorista, desde el cese definitivo del terrorismo por parte de ETA, no nos consta que se haya producido, en absoluto», manifestó.

Por otro lado, al ser preguntado por «los últimos casos de violencia callejera» indicó que «en la medida en que la izquierda abertzale ha manifestado el rechazo a este tipo de actos, más parecerían actos aislados». «No parece que sea algo organizado», precisó.