Estela de Carlotto y las Abuelas de la Plaza de Mayo presiden «Verdades verdaderas»
M. I. | DONOSTIA
Susú Pecoraro demuestra en «Verdades verdaderas» que sigue siendo una de las mejores actrices argentinas, al defender con dignidad y verismo su personificación de Estela de Carlotto, a pesar de la dificultad de encarnar a una figura tan conocida en su país, y además haciéndolo en su evolución a través del tiempo. La narración salta constantemente desde los convulsos años 70 de la dictadura militar hasta el presente, estableciendo así un diálogo entre lo ocurrido en el pasado y la posterior investigación por parte de las Abuelas de La Plaza de Mayo.
Para el debutante en la realización Nicolás Gil Lavedra ha sido también un reto muy grande, al tener que recrear episodios muy dolorosos para los argentinos, desde el punto de vista de las familias que perdieron a sus hijos y nietos, con la posterior búsqueda obstaculizada siempre por el ejército. El descubrimiento de la verdad da lugar a escenas de gran impacto emocional, bien resueltas por unas interpretaciones sinceras, como la de Carlos Portaluppi.
No obstante, la dirección es comedida, por lo que pudiera pasar, y raya con el estilo convencional del biopic televisivo, a lo que colabora la tópica banda sonora compuesta por Nicolás Sorín, hijo del cineasta Carlos Sorín.