Maite SOROA | msoroa@gara.net
Nada que hablar
Un día más, el «peligro» secesionista ocupaba las primeras páginas de la prensa de «centro derecha», ese sector para el que «determinadas concesiones» del Gobierno del PP son «especialmente sensibles» -es decir, los más ultras-. Así lo denominaba ayer Luis María Anson en «El Mundo», diario que editorializaba sobre el encuentro, naturalmente aun por celebrarse, entre Artur Mas y Mariano Rajoy. Resaltaba que Rajoy «se ha comprometido a `guardar y a hacer guardar la Constitución y las leyes', y que así actuará si `es procedente hacerlo'. Sin embargo, no parece que Artur Mas esté dispuesto a recoger velas en su `quimera', por utilizar la expresión acuñada por el Rey en la carta que tanto ha escocido a los partidos nacionalistas». Bueno, escocer... en todo caso les puede dar un poco de miedo, como los métodos «democráticos» que propone la portavoz de UPyD, quien «le recordó a Rajoy en el Congreso que la Constitución que juró tiene un artículo 155 por el que si una Comunidad `no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan', se podrán `adoptar las medidas necesarias para obligar' al cumplimiento de esas obligaciones y para la protección del interés general de España». Eso del «interés general de España» le trae a servidora una voz aflautada a la memoria .
«Abc» plantaba en portada un gran «no», el que aseguraba diría Rajoy a Mas, y titulaba su editorial «Cita con la Constitución». En él amenazaba «democráticamente»: «Cuando están en juego la unidad nacional y la continuidad constitucional del Estado, el Gobierno de la Nación no puede ni debe descartar de antemano ninguna medida prevista por la Constitución». Después afirmaba que está justificada «la preocupación transmitida por la Corona en el mensaje difundido anteayer», y que el Borbón «ha sabido asumir en un momento complejo el protagonismo que le corresponde por mandato constitucional y por legitimación histórica». ¿Legitima... qué?
Y «La Razón» recogía en primera página las palabras de la secretaria general del PP: «El futuro de Cataluña lo deciden todos los españoles» (Cospedal dijo «el futuro de España»), y en su editorial aseguraba que esa afirmación es muy oportuna. Más aun, «Sólo por cortesía está justificado que el presidente reciba a Mas. Porque en realidad hay muy poco margen para hablar». Ciertamente, ese margen tan reducido para el diálogo es una habilidad muy trabajada de la derechona.