El juez de la Audiencia Nacional española, Pablo Ruz, ordenó ayer el ingreso en prisión de Imanol González, el joven de Balmaseda arrestado el pasado martes. Según fuentes jurídicas, el fiscal le imputa «daños terroristas en grado de tentativa y tenencia de sustancias y aparatos explosivos». La Ertzaintza acusa a González de colocar en los bajos de un autobús aparcado en Lanestosa un artefacto explosivo (que no llegó a estallar) durante la huelga general del pasado 29 de marzo. Una versión rechazada por la izquierda abertzale, que el mismo martes compareció para señalar que el detenido es uno de los jóvenes que estaba trabajando «para poder ofrecer una oferta política a la juventud de este pueblo» y denunciar la presión policial a la que están siendo sometidos.

González pasó ayer delante del juez después de permanecer dos días incomunicado. Allí, negó las imputaciones realizadas por la Ertzaintza. Posteriormente relató a su defensa que aunque el trato en dependencias policiales había sido «correcto», los agentes encargados de custodiarle le habían amenazado con arrestar a personas de su entorno cercano.

En un principio el fiscal quiso imponer también la acusación de «integración en organización terrorista», algo que no fue tomado en consideración por el magistrado de guardia. Según fuentes jurídicas, los ertzainas basan su acusación en pruebas de ADN que, supuestamente, habrían obtenido en el artefacto colocado en los bajos de un autobús que no llegó a explotar.

No obstante, la izquierda abertzale compareció el mismo martes para denunciar que el operativo estaba destinado a «desactivar» la iniciativa juvenil que se está poniendo en marcha y en la que González estaba tomando parte activa.