El bombardeo de una gasolinera deja decenas de muertos en Siria
Un ataque aéreo sobre una estación de servicio en el norte de Siria dejó ayer más de medio centenar de muertos y decenas de heridos. A la vez, la oposición anunció el derribo de uno de los helicópteros que participan en los bombardeos, que el régimen atribuyó a un accidente.
GARA | DAMASCO
Decenas de personas murieron ayer en la explosión de una estación de servicio provocada por el ataque aéreo en Aïn Issa, en la provincia de Raqa el norte de Siria, según la oposición. Un primer balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que al menos murieron 30 personas y 83 resultaron heridas, pero, a la vez informaciones sin confirmar hablaban de hasta 50 muertos.
Según los activistas locales, la gasolinera fue alcanzada por un avión de combate y era la única en funcionamiento en la zona, por lo que estaba «llena a rebosar»
Con anterioridad, la televisión estatal anunció la caída de un helicóptero militar que, en pleno vuelo, tocó la cola de un avión que transprotaba a 200 pasajeros, y que pudo aterrizar sin problemas.
La oposición, en cambio, afirmó que el helicóptero había sido abatido por los rebeldes en el sector de Tal al-Kurdi, cerca de la ciudad de Duma.
Por otra parte, el Consejo Nacional Sirio indicó que el barrio de Hajar al-Aswad, al sur de Damasco, había sido bombardeado por helicópteros dejando una zona «siniestrada» como en los de Qadam, Assali o Tadamoun después de dos meses de combates acompañados de intensos bombardeos. Los insurgentes han abandonado esta zona.
Además, denunció que, tras los combates, llegan las ejecuciones. Aseguró que las fuerzas del régimen han matado a más de 200 personas en esta zona desde el inicio de setiembre. También continuaban los bombardeos y combates en los barrios que controlan los insurgentes en Alepo y localidades vecinas, así como en las regiones de Deir Ezzor, Idleb, Homs y Hama. Por otro lado, el presidente sirio, Bashar al Assad, acusó a Arabia Saudí, Turquía y Qatar de ayudar y armar a la insurgencia. En una entrevista en el semanario «Al-Ahram al-Arabi» declaró que estos países «han visto de repente el dinero en sus manos después de un largo período de pobreza y creen que solo ellos pueden comprar la historia y un papel regional»..
«La idea generalizada de que Arabia Saudí, Siria y Egipto son la piedra angular de la estabilidad en la región es errónea. Siempre lo ha sido y seguirá siendo Siria, Irak y Egipto», añadió al Assad.
Al apoderarse de un nuevo puesto fronterizo con Turquía, en el norte de Siria, los rebeldes sirios han consolidado un avance territorial crucial, junto al país que los apoya. Pero, a la vez, se aproximan a las regiones controladas por las milicias kurdas, con lo que podría aumentar la tensión. Los insurgentes controlaban ya tres de siete puestos fronterizos con Turquía y ayer, tras dos días de combates con el Ejército, tomaron el de Tall al-Abyad, a unos cuarenta kilómetros del lugar donde explotó ayer una gasolinera. No obstante, continúan los combates y las tropas del régimen intentan retomar el puesto. Desde el punto de vista estratégico, sería fundamental para la insurgencia poder controlar un territorio junto a un país aliado. Además, extiende el frente de guerra con lo que resulta más difícil para Damasco concentrar tropas y atacarlos. Pero cerca de esta zona el régimen ha abandonado el territorio a las milicias kurdas, que mantienen cierta neutralidad, amenazada ahora por el acercamiento del ELS. Mientras la insurgencia avanza en la frontera, en Damasco se retira de los barrios de Hajar al-Aswad y Assali, en el sur de la capital, que según los opositores están siendo arrasados por el Ejército. GARA
Un grupo de países, entre ellos los representantes de la Liga Árabe, reunidos en La Haya, pidieron a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más sanciones contra Damasco «para privar a Siria de los recursos que necesita para continuar el conflicto».
