Miles de trabajadores de la mina que la empresa Lonmi gestiona en la localidad sudafricana de Marikana volvieron ayer al trabajo, después de acordar una subida de sueldos que pone fin a seis semanas de huelga y un conflicto que se ha cobrado al menos 46 víctimas mortales.

«Volvemos al trabajo», coreaban algunos de estos mineros a su vuelta en sus múltiples idiomas. «Estoy muy contento por volver», declaró uno de ellos, Nqukwe Sabulelo, experto en la perforación de rocas. «Ahora voy a vivir bien», añadió. Sin embargo, hubo quienes, a pesar de volver a trabajar, no se mostraron del todo satisfechos con la subida salarial.

La compañía gestora firmó con los sindicatos un aumento de los sueldos de hasta el 22% y una bonificación de 190 euros.

Sin embargo, mientras en Marikana la situación comenzó ayer a normalizarse, la tensión continuaba siendo alta en otras minas de la zona, donde los trabajadores también exigen un salario más elevado.

Ayer se produjeron algunos enfrentamientos en el barrio de chabolas de Sondeia, vecino de la mina de la empresa Anglo American Patinum aún afectada por la huelga. Los mineros bloquearon carreteras y la Policía cargó con balas de goma y gases lacrimógenos.

Los trabajadores de la mina de Anglo American Platinum exigen un sueldo de 1.500 euros. La empresa amenazó con tomar acciones legales contra los trabajadores que no acudieran ayer a su puesto.