El ministro de Interior de Georgia, Bacho Akhalaia, anunció su renuncia ayer, después de la revelación de unas imágenes de torturas a detenidos en una cárcel del país. «Siento una responsabilidad moral y política en el hecho de que no hemos logrado erradicar esta práctica horrenda. Esto es por lo que he presentado mi renuncia al presidente», explicó Akhalaia en un comunicado en la web del Ministerio. Horas antes, el presidente Mijail Saakashvili, nombró defensor de los derechos humanos y ombudsman a Giorgui Tougouchi.