El arresto de los 10 jóvenes de Hernani que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional española solo fue grabado a partir del momento en el que los detenidos fueron trasladados a Madrid. Siete de ellos denunciaron haber sido sometidos a torturas durante las primeras horas de incomunicación, cuando se encontraban en la comisaría de Donostia. Ayer, los policías encargados del operativo no fueron capaces de explicar por qué no se filmaron las más de diez horas que los jóvenes, a los que el fiscal pide entre 7 y 9 años por pertenecer a Segi, permanecieron en estas dependencias. Todo ello a pesar de que el propio juez, Baltasar Garzón, había instado por escrito a adoptar el denominado «protocolo» que, supuestamente, sirve para prevenir los malos tratos.

«¿Las cámaras estaban activadas entre las 4.30 y las 14.30 del 31 de marzo?», interrogó el abogado Iñigo Iruin al policía encargado de la instrucción. «Ahora mismo no me acuerdo, si lo mandó el juez, lo estarían», respondió el agente. Mantuvo esta versión hasta que el togado la contrarrestó con evidencias: los documentos adscritos a la causa relatan que los jóvenes fueron grabados únicamente desde su traslado a Madrid. Pese a ello, el policía todavía argumentó: «Yo el mandato lo cumplí; si no había cámaras, no las había».

No se comunica al juez

Los agentes se escudaron en la falta de material para la grabación en las dependencias de Donostia. Unos hechos que, sin embargo, ni siquiera constan en el procedimiento. «Que no estén por escrito no quiere decir que no se comunicasen», fue el único argumento que acertó a esgrimir uno de los policías. Este mismo agente, el instructor, aseguró desconocer que más de una decena de los agentes que participaron en el operativo declararon como imputados ante el juzgado de Donostia a causa de la denuncia por torturas.

Las autoinculpaciones obtenidas durante este primer período constituyen el único argumento de la acusación para vincular a los hernaniarras con Segi. Unas declaraciones que se llevaron a cabo nada más llegar a Madrid. Los agentes se escudaron en la disponibilidad de los abogados de oficio para explicar por qué tomaron declaración a algunos de los arrestados cuando ya pasaban las doce de la noche del día 1 de abril, es decir, después de que hubiesen pasado más de 24 horas sin descanso. El juicio político continuará hoy con más declaraciones de testigos.