Increíble e inesperado tropezón
El gol le hace un regate a los leones
Los rojiblancos volvieron a empezar por debajo en el marcador, empataron, pero se vieron incapaces de marcar el segundo a pesar de las incontables ocasiones.
ATHLETIC 1
H. KIRYAT SHMONA 1
Joseba VIVANCO
Había surada en la capital bilbaina. Y ya se sabe que con viento sur, dice la leyenda, el Athletic se desnorta. Por momentos pareció que iba a pasar de nuevo, pero ayer lo que sucedió es que cuando la dichosa pelotita no quiere entrar... Por tierra, mar y aire lo intentó un equipo rojiblanco que dominó el partido de cabo a rabo, que tuvo ocasiones de sobra para solventar con goleada el choque, que tuvo en Llorente a su mejor artillero, pero que acabó cabizbajo tras un empate tan inesperado como injusto. Tropezón mayúsculo por el resultado. Increíble, pero cierto.
Con dos centrales y los laterales a la altura de la medular, el Athletic salió a poner cerco a la meta israelí. Sin embargo, los minutos iniciales fueron ni fú, ni fá, con un Hapoel que sorprendió con un juego desinhibido, dando buen trato al balón, pero a la vez con aire tiernecito y un tanto ingenuo, amén de una presión con mirada. Vamos, un equipo sin nada que perder y de ahí su relativo peligro. A los diez minutos, los rojiblancos ya habían penetrado peligrosamente hasta tres veces por banda, pero fallando en el último pase de remate, y De Marcos había disparado blandito a las manos del portero. Un equipo que escondía bajo su piel de cordero, un lobezno. A los 13 minutos, zarpazo. Casi sin quererlo el Hapoel y casi sin enterarse el Athletic, llegó un gol de carambola, pero gol. Sexto partido de nueve oficiales que los de Bielsa comienzan perdiendo esta campaña. Para mirárselo. Nervios en la grada. Abajo en el marcador y los leones tratando de meter una marcha al partido, pero cayendo en continuas precipitaciones que enervaban al respetable, murmurando con cada desacierto. Mandaban sobre la pelota y el juego, era lo esperado, pero sin precisión.
Tuvo que ser la propia grada la que empujara al equipo y Susaeta respondió entonces con un autopase y consiguiente balón al poste que salió escupido sobre la cal de meta sin decantarse hacia la red. Fue el aviso de un Athletic volcado, perforando por banda la endeblez visitante atrás, pero un Hapoel que salía con malas intenciones a la contra, ante una también defensa rojiblanca muy blanda de nuevo en las disputas de balón.
El problema era que arriba los balones el área no tenían destinatario -¡que vuelva Argote!-, el último control no era atinado, cuando no lo que fallaba era enchufarla a las mallas. Como le pasó al mejor De Marcos de la temporada, que en el 34 la cruzó ante el guardameta y éste desvió a córner. Se mascaba el gol, pero no llegaba. Se perpetuó en el aire Aduriz, pero remató alto. Chutó Susaeta flojo y atajó el meta. Pero tanto iba el cántaro a la fuente, que se rompió. Pase horizontal de Isma, balón que llega a Susaeta dentro del área, carga, apunta y dispara. Adentro. Su cuarto en Europa League. Era el minuto 44. ¡Athletic, Ahletic!, resonaba en una inquieta Catedral que respiraba.
Bielsa, por 17º vez antes de la segunda mitad esta campaña, mandó a parar. Entró Llorente y en tres minutos el `9' ya se había fabricado dos claras ocasiones de gol. Enchufado. Este partido no se le podía escapar al Athletic. Era ya el Athletic de las segundas partes, esas en las que esta temporada aprieta el acelerador. Y el que más pisó fue el propio Llorente, que se giró y mandó un balón a la cepa del poste. No encontró puerta un cabezazo de Iturraspe. Cabeceó de nuevo Llorente y mano milagrosa del arquero. Dominio insultante rojiblanco frente al ya sí `muro' israelí al borde su área... ¡y otra vez Llorente! Minuto 64 y la cruza de cabeza, solo, en exceso. San Mamés no se lo creía. ¡Eso era gol, por dios!
No había manera. Una cabalgada de Susaeta que chutó flojo, el enésimo testarazo de un Llorente, una volea de Muniain a un metro del guardameta que éste repelió, otro cabezazo del de Rincón de Soto que desvió un defensor... minuto 81 y a Llorente le dolía ya la cabeza de tanto romper la pelota. Paradón del arquero israelí a testarazo del `9'. San Mamés se frotaba los ojos. No se lo creía. Ni en lo que dura un partido de `Oliver y Benji' el Athletic hubiera marcado anoche. Así es el fútbol.
Había disputado ya 45 minutos en San Mamés ante el Slaven checo el 2 de agosto, cuando aun no se sabían sus intenciones de abandonar el club. Anoche no calentó en banda, saltó directamente al césped tras el descanso. Nada más aparecer en el césped se esucharon los primeros silbidos, tímidos, que fueron apagados de inmediato con una salva de aplausos generalizada. Al comunicarse por megafonía el cambio, la alternativa de opiniones se repitió. Desde el fondo sur norte se entonó el «¡Y Llorente qué!». Pitos y superioridad de aplausos al tocar su primer balón. San Mamés había hablado.
Marcelo Bielsa, técnico rojiblanco, señaló tras el choque que el resultado «genera sensaciones muy diferentes a las que ofreció el juego, hay una especie de conclusiones encontradas. Mucho dominio y llegada, pero el resultado es negativo. Las diferencias que hay entre los dos equipos también le quitan contundencia al análisis. Cómo no crearle tantas ocasiones a un equipo como el que nos tocó enfrentar, por eso cualquier afirmación encuentra una alternativa que le quita peso a la afirmación».
Sobre Llorente dijo que tuvo numerosas ocasiones de gol y eso es «convincente» y «está bien lo que produjo, más allá de que no convirtió». El cambio de Aduriz, que no coincidió mucho tiempo con el `9', señaló que vio al donostiarra «lejos del arco, demasiado retrasado, con inconvenientes para habituarse a las exigencias del medio campo y fue un periodo en que nos faltó claridad y pensé que volviendo a Muniain a esa posición íbamos a tener más facilidad para atacar. Pero sigo pensando que son compatibles».
Sobre si el equipo tiró por la borda el primer tiempo, Bielsa dijo pensar lo contrario. «El rival amerita crearle entre 10-15 ocasiones por tiempo y en el primero no sucedió, pero solo le faltó rematar las jugadas. Sí hubo elaboración pulida».
Quien compareció en los pasillos fue Fernando Llorente, quien dijo mostrarse triste por no haber podido marcar y ganar. «Me voy triste y dolido», señaló, al tiempo que evitó entrar en detalles sobre el fracaso de su negociación con el club para renovar. «No ha habido entendimiento. No quiero entrar en polémicas con el club», dijo,
El Olympique de Lyon se impuso por 2-1 al Sparta de Praga en el otro choque del grupo, con lo que se sitúa líder provisional. Dos goles de sus figuras Gomis y Lisandro ya mediada la segunda mitad, pudieron con los checos. El Athletic visitará Praga dentro de dos semanas.
En el fondo norte de La Catedral se mostraron un buen número de enseñas palestinas justo en el momento en que ambos equipos saltaron al terreno de juego, lo mismo que también se vieron algunas en el fondo sur. También mostraron una pancarta con el lema ``Freedom Palestine''. El Athletic había pedido que los aficionados evitaran exteriorizar su apoyo al pueblo palestino.
Abertzale Sur comunicó ayer que, tras decisión tomada el 19 de agosto, «está realizando los trámites necesarios para su definitiva e irrevocable disolución, y dando fin a sus actividades y acciones». Añade que «ha resultado duro la toma de esta decisión, pero después de analizar el presente se ha concluido que este ciclo y su fórmula están agotadas. La decisión fue unánime en la asamblea.