El mapa adquiere todo su relieve
La independencia de Euskal Herria, como era ineludible, ha entrado con fuerza en la campaña electoral. El efecto contagio de Catalunya ha funcionado, pero más allá de ello se venía constatando la amplia tendencia social que hace que la opción independentista vaya adquiriendo centralidad, que deje de ser vista como una hipótesis remota para convertirse en un hecho a tener muy en cuenta desde ahora. Una corriente social más plural y exigente que se abre paso desbordando esquemas y cálculos de partido, a la que importa cada vez menos que la Constitución española la prohíba, cada día más cargada de razones, más convencida de una idea tan simple como revolucionaria como la de que el poder emana de ellos, que el principio de legalidad nunca puede cercenar la libre voluntad. Quienes pretendían «aparcar» este debate en espera de que se dieran las condiciones se han equivocado de plano. Ni hablar de la crisis exige acallar el independentismo, ni los discursos del miedo y la apocalipsis evitarán que se haga todavía más explícito y programático en la campaña.
La segunda muestra de la encuesta de Aztiker que publica GARA retrata bien la evolución ascendente del independentismo en el país, hasta el punto de revelar que si hoy se celebrara el referéndum prácticamente la mitad de la población apostaría por esa opción. Cabe pensar que, sustentada en un gran acuerdo resolutivo, de la mano del derecho a decidir que tiene un apoyo mayoritario, y a la vista de la evolución y de la dirección de los hechos en Europa, la independencia tiene un futuro lleno de oportunidades que no pueden ser desperdiciadas.
Lo ideal sería que la campaña electoral sirviera para aclarar conceptos y esquivar confusiones. Frente a los líderes jelkides que defienden que en la crisis no queda más remedio que atenuar la reivindicación, conviene subrayar que es precisamente en estas circunstancias donde los mapas adquieren relieve y los candidatos, liderazgo. El Estado vasco, miembro de la federación europea, es una referencia más contundente y rotunda que nunca.