La campaña de vacunación contra la gripe, para la que se han adquirido 120.000 vacunas, comenzó ayer en Nafarroa. Hasta el día 30 de noviembre la ciudadanía podrá acceder a una vacuna que incluye las cepas de virus H1N1, H3N2 y B.

Además de la antigripal, se facilitará la vacuna neumocócica -que solo se dispensa una vez en la vida- a las personas mayores de 65 años y a pacientes de riesgo que no la hayan recibido previamente.

En la pasada campaña la cobertura en mayores de 65 años fue del 61%, mientras que en la población de entre 60 y 64 años llegó al 26%. Se administraron 112.000 dosis y se notificaron 13.581 casos de síndrome gripal en Nafarroa, veintidós por millar de habitantes.

Entre las personas con alto riesgo de padecer complicaciones si contraen la gripe se encuentran las personas de sesenta años o más, los niños de hasta seis meses y los adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares.

También se incluyen menores con asma y personas que hayan sufrido una hospitalización por enfermedades metabólicas crónicas, insuficiencia renal, obesidad mórbida, hemoglobinopatías o inmunosupresión. Las personas que viven en residencias; menores de 6 meses a 18 años, personas que estén en tratamiento prolongado con aspirina y embarazadas en cualquier momento de la gestación son otros colectivos de riesgo.

Asimismo, el personal médico, de enfermería y el extrahospitalario que atiendan a personas de alto riesgo; personal empleado en asilos o en centros de cuidados de crónicos; personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo; y convivientes en el hogar de personas de alto riesgo.

El último colectivo, el de personas que trabajan en servicios públicos especiales, está integrado por fuerzas de seguridad, bomberos, servicios de protección civil y profesorado. Asimismo, se recomienda la vacunación a personas que trabajan en granjas de aves.

Primer balance en la CAV

En la CAV, donde la campaña arrancó hace tres semanas -finaliza el 31 de octubre-, se ha alcanzado ya una cobertura del 37% entre los grupos de riesgo, según el primer balance hecho público por Osakidetza la pasada semana. La cifra es similar a las de años anteriores. El objetivo es elevar por encima del 67% la cobertura en enfermos crónicos, por encima del 95 % la de personas que se encuentran en residencias y del 30% la de profesionales sanitarios.