Patxi López, candidato a la reelección por el PSE, cargó ayer contra la Ley de Territorios Históricos (LTH) y abogó por «recortar en duplicidades e ineficiencias entre las administra- ciones» para así «evitar despilfarros y amiguismos». López cifró, según sus propios cálculos, en 400 millones de euros el ahorro que supondrían las medidas que plantea.

Lo hizo en un acto electoral celebrado en Donostia, en el que el eje principal de su discurso se centró en culpabilizar al PNV por «oponerse a cualquier cambio razonable en la LTH». Añadió que los jelkides defienden esta norma «como la llama sagrada» y aseguró que lo hacen para «mantener sus parcelas de poder y sus sillones».

López volvió a reafirmarse en una de las principales apuestas del PSE para esta campaña: «revisar el complejo entramado institucional para que sea más eficiente y responda mejor a las necesidades de nuestro país», y volvió a referirse a las ya famosas «duplicidades», apostando por su desaparición a fin de que «las diferentes administraciones no se superpongan gastando dos o tres veces para la misma cosa».

Las críticas a los jeltzales no se quedaron ahí. El líder del PSE aseguró que el PNV «construyó el sistema actual a su medida», y que este «no tiene organizado un sistema eficaz para resolver los conflictos entre territorios y entre estos y el Gobierno Vasco». En este punto, aseguró que las disputas entre instituciones «se resolvían en Sabin Etxea y no en los órganos de la Administración pública».

Por todo ello, consideró que «ha llegado la hora de plantearse en serio la reforma de la LTH, ese enorme tabú que cuando se pronuncia se le ponen los pelos de punta al PNV».

Fiscalidad, a Lakua

Para hacer frente a esas «duplicidades», López propuso centralizar la fiscalidad, pasando la regulación de manos de las diferentes juntas generales a la Cámara de Gasteiz. El candidato del PSE subrayó que «los impuestos de todos se deben debatir y decidir en el Parlamento Vasco y no en despachos cerrados, para así armonizar los tributos».

Esa centralización no se circunscribiría al apartado fiscal. López apostó por «revisar las competencias de las diferentes administraciones para hacer un reparto lógico y racional». Siguiendo esa misma lógica, López defendió que una gestión desde Lakua de los recursos que actualmente manejan las diputaciones forales facilitaría «que las competencias fueran más eficaces para atender ala ciudadanía», y, siempre según López, «cortar de forma radical las duplicidades y los despilfarros».