El conflicto que Turquía y Siria han llevado al espacio aéreo abrió ayer un nuevo capítulo con el control en Ankara de un avión de carga armenio con destino a Alepo. Después de cerrar sus respectivos espacios aéreos a los aviones del país vecino, y varios días después del registro de un avión procedente de Moscú, ayer fue un avión de carga con ayuda humanitaria procedente de Armenia el que aterrizó en Erzurum (en el este de Turquía) para ser inspeccionado. Fue la condición que puso Ankara para permitirle atravesar el espacio aéreo turco, pactada previamente con el Gobierno armenio. Turquía y Armenia no mantienen relaciones diplomáticas por el genocidio del siglo pasado.

«El aparato ha sido autorizado a partir» por la tarde, indicó el viceprimer ministro, Bülent Arinç, que subrayó que la carga correspondía a la declarada por los pilotos.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete aprobaron ayer prohibir la importación de armas sirias a la UE y que particulares o empresas europeas transporten armas para el régimen de Damasco o suministren seguros para avalar cargamento de estos materiales a terceros países. La UE ya aprobó en mayo de 2011 un embargo de armas a Siria

Pero según, el «New York Times» afirmó ayer, que cita informes presentados al presidente de EEUU, Barack Obama y otras autoridades, la mayoría de las armas transportadas en secreto a Siria, a iniciativa de Arabia Saudí y Qatar, van a parar a manos de grupos islamistas y que en Washington existe preocupación por la falta de coordinación para repartir las armas.

El diario asegura que este fue uno de los motivos de la visita del director de la CIA, David Petraeus, que pretendía constituir una oposición con la que EEUU pudiera trabajar.

Por otro lado, el mediador internacional para el conflicto sirio, Lakhdar Brahimi, afirmó ayer durante su visita a Irak, en la cuarta etapa de su gira regional, que la guerra en Siria representa «un peligro para el pueblo sirio, los pueblos vecinos y la paz mundial». Previamente, desde Irán, pidió a las partes una tregua durante la fiesta musulmana de Al-Adha, a finales de octubre. Sobre el terreno continuaban duros combates en Alepo, donde el Ejército defiende los puestos y barricadas para controlar los accesos. En la provincia de Idleb, las tropas de Al Assad tratan con aviones y tanques de reconquistar las posiciones de los insurgentes. Estos, a su vez, atacan sistemáticamente todos los refuerzos que intentan llegar desde Damasco hacia el norte, tras haber controlado varias ciudades claves a lo largo de la autopista que une la capital con Alepo.