La campaña electoral en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa llega hoy a su fin en un ambiente de expectación que antecede a los momentos decisivos, a los eventos que pueden cambiar el sentido de la historia para Euskal Herria. Las elecciones se presentan en una situación política excepcional, que trasciende la geografía de la CAV y su representación parlamentaria. Están en juego las posiciones de partida y de poder desde las que arrancará una fase definitoria para la nación vasca. Con un previsible adelanto electoral en Nafarroa a la vista, y la articulación de una alternativa al modelo que ha hecho de la partición de Euskal Herria su máximo y casi único principio al alcance; con una Ipar Euskal Herria donde su reconocimiento mediante una organización territorial propia ha adquirido todo su relieve; y con la demanda de un cambio socioeconómico radical más amplia cada día, la importancia del resultado electoral es vital para Euskal Herria. La evidencia es clara: el país se hace más fuerte, activo y movilizado, las condiciones subjetivas y objetivas para alcanzar su libertad han madurado, con un horizonte de independencia que ya nada tiene de hipótesis remota.

La realidad virtual que PP y PSE quisieron vender falseando la fotografía real del país caerá como castillo de naipes el 21-O. La nueva representación será la más soberanista en décadas y tendrá en sus manos la posibilidad de crear un espacio fiscal propio -sin el cual no puede existir un espacio político pleno-, de recuperar los poderes sobre la economía, de poner la vida pública, las decisiones políticas, en manos de los vascos. Dos cuestiones son claras: PNV o EH Bildu ganarán. Y no será ni lo mismo ni igual.

La cita del domingo inspira optimismo e invita a pensar en grande. EH Bildu es hoy un factor que suma potencial y que genera una nueva ola de confianza en las posibilidades para un cambio social. Y es merecedor de un esfuerzo final para que lidere ese reto. Voto a voto, la suma de todas las pequeñas voluntades conseguirá un resultado excelente, a la altura de los tiempos y del desafío que encaran el país y sus gentes.