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Proceso de paz en Colombia

Un lago y un bosque como testigos

Un lago y un frondoso bosque fueron testigos de la contitución formal de la mesa de diálogo. Un paisaje idílico que se vio alterado por un centenar de cámaras, fotógrafos y periodistas de uno y otro lado del océano.

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Ainara LERTXUNDI

La actividad diaria del hotel Hurdal, situado a una hora en coche de Oslo, se vio interrumpida ayer por una avalancha de medios de comunicación y por fuertes medidas de seguridad.

El Ministerio de Exteriores noruego puso a disposición de los periodistas dos autobuses para llegar hasta este recóndito lugar. Los citó a las 12.00, con la recomendación de llegar lo antes posible para asegurarse un asiento. Las afueras del Ministerio pronto se convirtieron en un corrillo de periodistas que intercambiaban datos y hacían cábalas sobre cómo sería el desarrollo de la comparecencia, si sería un formato cerrado a preguntas, si ambas partes se sentarían juntas o marcarían distancias entre sí, para dejar claro que Oslo no es El Caguán ni que Humberto de la Calle e Iván Márquez se iban a abrazar como en su día lo hicieron el expresidente Andrés Pastrana y Manuel Marulanda en febrero de 2001.

Aunque ese tipo de foto no se produjo en esta ocasión, la amplia presencia mediática, tanto de grandes corporaciones como de medios alternativos, y las medidas de seguridad daban cuenta de la magnitud del momento. A la entrada del hotel, había instaladas tres carpas para proceder al control de los asistentes a la conferencia. Los agentes iban indicando en varios idiomas la forma en la que se debía proceder.

En sus alocuciones, tanto el Gobierno como las FARC se refirieron expresamente a la importancia y responsabilidad que deben de tener los medios en un proceso como este.

Humberto de la Calle abogó por mantener la discreción y la confidencialidad e insistió en que no entrarán en debates «de micrófonos» y que las conversaciones las harán «directamente con las FARC, sin hipocresías». Reiteró su «confianza en este proceso sin caer en personalismos», aunque advirtió de que el Gobierno «no será rehén de este proceso» en caso de que considere que no se respetan los puntos acordados.

Por parte de las FARC, Andrés París destacó que el solo anuncio del inicio del proceso por parte del presidente Juan Manuel Santos, «cambió toda la agenda», aunque criticó que «los grandes medios no siempre ayudan».

el conflicto colombiano en cifras:
600.000

es la cifra de personas que han muerto por la acción de las guerrillas o fuerzas armadas, según la agencia gubernamental Unidad de Atención y Reparación de las Víctimas.

2.000

personas es el dato estimado por el Gobierno de víctimas mortales de las minas terrestres, y 7.900 aproximadamente resultaron heridas por estos artefactos.

15.000

colombianos han sido víctimas de desaparición forzosa en los últimos treinta años de conflicto interno, según un informe de la oficina de Naciones Unidas en el país.

3.700.000

personas se han visto obligadas a desplazarse de sus lugares de residencia a causa de la guerra, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.

660.000

hectáreas de tierras han sido expoliadas a sus dueños y son reclamadas por agricultores expulsados por las FARC, según un informe del Ministerio de Agricultura.

 

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