Mezkiritz, localidad natal de la presa Joxepa Ernaga, que lleva 25 años en prisión -y que ha estado largos periodos en aislamiento- acogió ayer un acto del movimiento Herrira para pedir la libertad de la navarra, que tiene cumplidas las tres cuartes partes de la condena y debería estar en libertad con la legislación española en la mano.

La jornada comenzó con la actuación de zanpantzarrak y de grupos de dantzaris, bertsolaris e irrintzilaris de la zona de Aezkoa y Erroibar.

El acto político se celebró en torno al mediodía, e intervino el portavoz de Herrira Fran Balda. Balda recordó que de estos 25 años Ernaga «ha pasado la mitad en módulos de aislamiento y en condiciones muy duras». Además, subrayó que ha estado presa en algunas de las cárceles más alejadas de Euskal Herria: Badajoz, Murcia, Málaga, Puerto de Santa María, Granada y Jaén, donde se halla ahora mismo.

Por todo ello, y remarcando de nuevo que Ernaga tiene las tres cuartas partes de la condena cumplida, pidieron su excarcelación. Herrira, asimismo, recordó los casos de los presos navarros Iñaki Erro e Inés del Río, que tienen cumplida la condena en su totalidad.

Balda criticó el inmovilismo y la «actitud irresponsable» del Gobierno español, recordando que la conocida como «doctrina Parot» es una medida «ilegal e injusta» como ha dictaminado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, aunque Madrid no da su brazo a torcer y ha logrado elevar el asunto hasta su última instancia, la Gran Sala.

Homenaje a Santi Díez

En Basauri, por su parte, familiares y amigos del preso político Santi Díez Uriarte recordaron su figura, en el decimoquinto aniversario de su muerte, con un sencillo homenaje.

Los organizadores del acto recordaron que este preso basauritarra, aquejado de un cáncer que no fue detectado con anterioridad debido a su reclusión, solo fue devuelto a la calle «en la última fase de su enfermedad, cuando apenas le quedaban unos pocos días para que falleciera».

Por ello, hicieron una reflexión colectiva para evitar nuevos casos así. Y por otro lado denunciaron el intento de imponer un relato único sobre el conflicto violento en Euskal Herria, afirmando que «como hicieron con Santi, quieren contarnos la historia al revés, retorcer nuestros recuerdos y ocultad la verdadera de la realidad de los hechos». Frente a esa «desmemoria», los participantes reivindicaron que «nuestro pueblo necesita la verdad, toda la verdad respecto al conflicto político y sus consecuencias».