Cuando las estrellas de la NBA lucen con todo su resplandor, o las estrellas antagónicas replican de la misma forma, solo toca levantarse y aplaudir. En el caso de Los Angeles Clippers y los Chicago Bulls, no pudieron sino esto último. LeBron James dejó en silencio el estadio de los Bulls, mientras que Tony Parker eclipsó a Chris Paul y los suyos.

Los Miami Heat agobiaron por completo a los Bulls, a los que derrotaron por 67-86. Mientras que el colectivo impedía con su defensa el brillo de los de Illinois, en ataque LeBron James sumaba 26 tantos y 12 rebotes, liderando de forma clara la victoria de los vigentes campeones de la NBA. Aparte de LeBron, el escolta Dwyane Wade aportó 17 puntos, ocho rebotes, cinco asistencias, recuperó dos balones y puso dos tapones.

Aparte de la incapacidad deportiva de los Bulls para ofrecer resistencia ante Miami, lo cierto es que en Chicago sigue coleando la pasada declaración de Derrick Rose, en el que adelantaba que está dispuesto a retrasar su vuelta a la campaña 2013/14, renunciando a jugar mientras no esté del todo recuperado de su rodilla. Además, el hermano de Rose criticaba a los Bulls, porque concluyó el plazo oficial de traspasos y no lograron ningún refuerzo, lo que hace que la estrella del equipo se vea presionado a volver a la competición para ayudarles a estar en la fase final.

31 puntos en el Staples

Con 31 puntos, Tony Parker marcó la diferencia en el Staples Center en favor de unos San Antonio Spurs que machacaban sin piedad a los Clippers por 90-116.

Cinco son ya las victorias consecutivas de San Antonio, que tiene la mejor marca de la NBA, con un balance de 44-12. Danny Green añadió 15 puntos, y 10 cada uno tanto Splitter y Ginóbili. En el palco angelino se encontró el vicecomisionado Adam Silver, que sustituirá a David Stern.