El Parlamento de Nafarroa acuerda que la Iglesia pague la contribución urbana por las propiedades que no están destinadas al culto, con los votos de la mayoría compuesta por PSN, Bildu, Aralar-NaBai, I-E y los parlamentarios no adscritos. Las dos fuerzas contrarias al acuerdo, UPN y PPN, justifican su oposición apelando al tratado entre el Estado español y el Vaticano, convencidas de que en Nafarroa lo que dice Madrid ha de ir a misa.