Occidente ata en corto a la oposición siria priorizando una salida negociada
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, anunció ayer un aumento de la ayuda a la oposición siria e incluso ayuda directa a la insurgencia armada, pero no las armas que demandan para continuar la guerra contra el régimen de Bashar al Assad. Las potencias occidentales dan prioridad a una salida negociada y han frenado la creación del gobierno para las zonas bajo control rebelde que preveía la oposición.
GARA | ROMA
La oposición siria ha suspendido la reunión prevista para mañana en Estambul para designar un «primer ministro» que dirija un gobierno en el territorio bajo control de la insurgencia. «No puedo dar las razones y no excluyo que se llegue a anular», afirmó Samir Nachar, miembro de la Coalición.
No obstante, añadió que «no han sido las divergencias sobre los candidatos a la presidencia del gobierno las que han conducido al retraso, como algunos pueden creer. Creo que se trata de un intento ruso-americano para abrir un diálogo entre el régimen sirio y la coalición, cuyo resultado sería un gobierno de transición y eso se opone a formar un gobierno temporal por parte de la coalición».
Tanto Damasco como la insurgencia reciben presiones internacionales para iniciar un diálogo. En ese contexto y con la intención de «acelerar la transición» y sostener la moral de los opositores, EEUU anunció ayer una ayuda suplementaria de 60 millones de dólares y, por primera vez, «ayudas directas no letales a la rebelión», pero no le suministrará el armamento que demanda.
«Estados Unidos va a suministrar 60 millones de ayuda no letal para apoyar las necesidades operacionales cotidianas de la Coalición de la oposición siria, mientras continúa trabajando por una transición política», declaró el secretario de Estado, John Kerry, que participa en una conferencia internacional en Roma. A su lado, se encontraba el líder de la coalición, Ahmed Moaz al Khatib, con el que mantuvo su primera reunión. «La Coalición de la oposición puede conseguir llevar a cabo una transición pacífica, pero no puede hacerlo sola, necesita antes apoyo», demando Kerry, que dijo confiar en que el Congreso apoyará estos fondos.
El secretario de Estado explicó que la ayuda está destinada a administrar las zonas conquistadas por al insurgencia y para evitar que caigan en manos de «extremistas».
Además, por primera vez anunció que habrá «una ayuda directa, no letal al Consejo Supremo Militar», que dirige a los rebeldes del Ejército Sirio Libre, bajo la forma de «ayuda médica y de alimentación».
Hollande sugiere un mediador
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, declaró desde Moscú que «en las próximas semanas podremos encontrar una solución política que permitirá poner fin a la escalada del conflicto». Hollande, constató «progresos» en favor de un diálogo político entre el régimen de Damasco y la oposición, y sugirió la hipótesis de un mediador «que podría tener la confianza del régimen y la oposición siria». «Mucho depende de la posición del presidente Vladimir Putin», añadió.
Tras una reunión de cuatro horas, Hollande y el presidente ruso constataron sus divergencias aunque destacaron el objetivo común de «evitar la desintegración del país y que los terroristas se aprovechen del caos». La principal discrepancia sigue siendo la salida de Al Assad, que para París es una condición previa a una solución política. Putin aseguró que «hemos discutido de forma intensa y casi nos hemos peleado». Al igual que hizo Estados Unidos, los once países de la conferencia de «Amigos del pueblo sirio», que apoyan a la rebelión, prometieron más apoyo económico, político y material a la Coalición opositora y la Unión Europea también ha flexibilizado el embargo de armas ante la insistencia de un grupo de países liderados por el Gran Bretaña.
Así, se amplían las excepciones y los países europeos podrán proveer a la coalición opositora con «equipamiento militar no letal» para «la protección de civiles», en el que se incluyen, por ejemplo, vehículos blindados.
El secretario general de Hizbulah, Hasan Nasrala, denunció ayer una campaña de la insurgencia siria para desplazar a las personas que residen en las localidades fronterizas entre Líbano y Siria. Así, acusó a clérigos suníes de adoptar «una escalada retórica» contra su formación, y rechazó que vaya a arrastrar a Hizbulah al conflicto de Siria. «Hay partes que están azuzando los enfrentamientos sectarios, especialmente entre suníes y chiíes, de una forma acelerada. Se necesita gente sabia que intervenga para reconciliar a las partes enfrentadas». El grupo chií ha desmentido la presencia de combatientes en el país vecino y señala que solo actúa en defensa propia. Aunque Nasrala subrayó que los residentes en las poblaciones fronterizas «tienen derecho a defenderse», pidió que no lleven a cabo «acciones de ataque contra nadie». La semana pasada fallecieron tres miembros de Hizbulah a consecuencia de un ataque del frente Al Nusra, una milicia islamista, y en los enfrentamientos entre ambas partes han muerto también doce rebeldes sirios. En las últimas semanas, el ELS ha lanzado amenazas contra el grupo libanés y llegó a plantear un confuso ultimátum que luego fue desmentido por su portavoz.
Ayer el ELS afirmó que el número dos de Hizbulah, Naim Qassem, había muerto en un ataque lanzado por opositores sirios contra un convoy en Siria, pero la formación libanesa lo desmintió e insistió en que algunos medios de comunicación y personas vinculadas a la oposición están publicando informaciones falsas para involucrar a Hizbulah. GARA
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció la muerte de doce civiles, de ellos cuatro miembros de una misma familia, por las torturas en prisión después de ser detenidos por el régimen de Damasco.