El día en el que Dios se disfrazó de jugador de baloncesto, según las palabras de Larry Bird, los Bulls de Michael Jordan cayeron. El día en que la estrella de los Golden State Warriors Stephen Curry anotaba 54 puntos, con una serie de 11 triples de 13 intentos, los Knicks de Nueva York lograban imponerse por 109-105 al conjunto de Oakland.

Igual que en aquella serie de 1986 entre Boston y Chicago, New York debió combinar el esfuerzo de una pléyade de estrellas -salvando las diferencias- para doblegar a un Curry que, a sus 54 tantos -tercer jugador visitante que alcanza esta cifra, por detrás de Michael Jordan y Kobe Bryant, desde la inauguración del Madison Square Garden en 1968-, añadía 7 asistencias, 6 rebotes y 3 robos. Carmelo Anthony daba la réplica con 35 puntos, Tyson Chandler sumaba 16 puntos y la friolera de 28 rebotes, mientras que JR Smith añadía 26 puntos.

Otro de los partidos más espectaculares de la jornada se vivió en Memphis. Los Grizzlies caían de 25 puntos frente a los Dallas Mavericks, pero de pronto los «ositos» despertaron de su letargo, y dieron la vuelta a la tortilla hasta imponerse por 90-84. Los 43 puntos y 22 rebotes combinados por la pareja de pívots Randolph-Marc Gasol fueron determinantes en la suerte del partido.

En Washington, por contra, los Wizards se quedaron con la miel en los labios: derrota por 95-96, con triple ganador errado por Trevor Ariza ante los Pistons. Previamente, los 32 puntos de Brandon Knight, los 26 tantos y 11 rebotes de Greg Monroe y las 18 asistencias de Calderón llevaron a Detroit a dominar el duelo, aunque acabaron pidiendo la hora.

Oklahoma, por su parte, no tuvo esos problemas, ya que endosó un 119-74 a Nueva Orleans. «Triple doble» para Durant -18 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en menos de 27 minutos- y 29 tantos para Westbrook.