Los decibelios que se alcancen mañana en El Sadar pueden acabar con cualquier aparato de medición. Y no solo porque el estadio rojillo se llenará hasta la bandera, sino porque el visitante de Osasuna es uno de los que más invita a la parroquia a dejarse la garganta apoyando a los suyos. Más aún cuando llega en condición de rival directo y en dinámica descendente, contrastando con la que protagonizan los navarros, que pueden incluso poner la puntilla al actual proyecto del Athletic.

A nadie se le escapa la expectación que ha creado la visita de los rojiblancos. Tampoco a José Luis Mendilibar y sus jugadores, que lógicamente comparten objetivo con la grada, aunque en el apartado de motivaciones, el orden de prioridades no parezca ahora mismo idéntico. Porque el equipo quiere ganar, sí, pero no tanto por la identidad concreta del rival sino porque los tres puntos les dejarán un poquito más cerca de los aproximadamente 42 que deberán darles la permanencia.

«Ya me han dicho que es un partido especial, como un derbi, que a la gente le gusta más -explica Miguel de las Cuevas-, pero son tres puntos igual que los demás. Entiendo que haya euforia, o expectación, de puertas afuera. Pero de puertas adentro son tres puntos que queremos sumar y que además supondrían seguir por encima de ellos y ampliar la distancia. Ganar, que el equipo respire más y que esté un poco más arriba».

Es, a fin de cuentas, el principal objetivo de Osasuna, «alcanzar cuanto antes los 42 puntos y estar más tranquilos». Y para ello nada mejor que prolongar esta «línea muy buena de partidos» que ha enlazado el equipo rojillo, que le permite «estar con muchas ganas, con mucha ilusión y con mucha moral». Pero que no debe llevarle a confiarse en exceso «porque todavía tenemos 28 puntos. Hemos salido del descenso, pero la mentalidad nuestra sigue siendo la de salir de ahí abajo, seguir sumando y conseguir cuanto antes esos 40-42-43 puntos. Porque si empiezas otra vez a perder partidos, los de abajo suelen apretar al final y te metes en problemas. Hasta que no llegemos a esos puntos no podemos estar tranquilos».

Cuidadito

Pero cada semana solo se pueden sumar tres. Y los de esta se disputan ante un Athletic que puede haberse metido en una dinámica de lo más peligrosa, pero que, en opinión del centrocampista madrileño, tiene «un equipazo. Todo el mundo sabe lo que hizo el año pasado. Aunque ahora no ande muy bien sigue teniendo muy buenos jugadores y si tienen un día bueno puede ser muy complicado».

Así lo prevé, al menos, De las Cuevas, que augura un choque «de mucha intensidad, con muchas ganas por parte de los dos equipos, con mucho ambiente... y que se decidirá en pequeños detalles. Si salimos como lo estamos haciendo últimamente en casa, tendremos muchas oportunidades». Más aún teniendo en cuenta la situación en la que se encuentran los vizcainos, aparentemente más convulsa que la de Osasuna, incluso cuando éste estaba anclado al fondo de la clasificación. «No sé cómo está el Athletic -confiesa-, pero sí cómo estamos nosotros. Cuando llegué, estábamos en descenso pero había buen ambiente en el vestuario. Cuando se está abajo, los que no juegan o entran menos pueden crear complicaciones. Pero aquí no, todo el mundo quiere jugar, aportar, trabajar... Y creo que ese es el secreto, que hay muy buen vestuario, muy buen ambiente». Pese a lo cual, insiste, «no hay que fiarse» del mal momento de un rival cuya situación no es fácil explicar. «El año pasado todo le salía bien y ahora no, pero hay jugadores importantes que ya no están o no están entrando. También están las dinámicas, que son difíciles de cambiar. Y que es difícil repetir dos años a ese nivel, quitando Madrid o Barça. No sabría decir cuál es la explicación, pero aquí todos los equipos son competitivos, es muy difícil estar en Primera y a ellos este año se les está complicando un poco todo».