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Jap�n vuelve a exigir el fin de la era nuclear al conmemorar la cat�strofe de Fukushima

Jap�n record� la cat�strofe de Fukushima en la v�spera de su segundo aniversario con ceremonias el recuerdo de las v�ctimas y multitudinarias manifestaciones que exigieron el cierre definitivo de las plantas nucleares del pa�s. A principios de mes, el Gobierno de Shinzo Abe dijo que autorizar� la puesta en marcha de treinta reactores parados para su revisi�n en cuanto se confirme que son seguros, pese a que su predecesor hab�a prometido un futuro sin energ�a at�mica.
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Decenas de miles de personas se manifestaron ayer por todo Jap�n para exigir el inmediato abandono de la energ�a at�mica, en la v�spera del segundo aniversario del devastador terremoto y posterior tsunami que provocaron el accidente nuclear en la planta de Fukushima Daiichi, el m�s grave desde Chernobil, que dej� un saldo directo de casi 19.000 personas muertas o desaparecidas y provoc� el desplazamiento de 350.000 personas en la regi�n de Tohoku.

Una multitudinaria marcha -20.000 personas, seg�n la Polic�a, y 50.000, seg�n los organizadores- recorri� las calles de Tokio y pas� frente a la Dieta (Parlamento bicameral) para reclamar el cese total de la producci�n y el uso de la energ�a nuclear, y el desmantelamiento de los 54 reactores existentes en la actualidad en Jap�n.

Solo dos siguen operativos, el resto se halla en parada para ser sometido a las inspecciones de seguridad exhaustivas exigidas por el Gobierno tras el accidente.

El ex primer ministro Yoshihiko Noda, que salud� a los manifestantes a las puertas de la Dieta, prometi� al calor del desas- tre de Fukushima un futuro sin centrales at�micas a partir de 2030, pero la aplastante victoria electoral en diciembre de Shinzo Abe augura el retorno a la energ�a nuclear.

A principios de mes, Abe, cuyo Partido Democr�tico Liberal mantiene estrechas relaciones con la clase empresarial, dijo que estudiar� la situaci�n en los pr�ximos tres a�os, plazo en el que se estima que concluyan las revisiones, y autorizar� la reactivaci�n de al menos treinta de los 52 reactores que se encuentra detenidos. �Reactivaremos los reactores nucleares cuando se confir- me que son seguros�, anunci� el primer ministro.

La inactividad de las plantas at�micas, fuente de un tercio de la energ�a que consum�a Jap�n antes de la cat�strofe de Fukushima, origin� problemas de suministro el�ctrico que obligaron a las autoridades a racionar la energ�a durante un tiempo.

En caso de no reactivarse ninguno antes de setiembre, record� Efe, Jap�n volver� presumiblemente al apag�n nuclear completo, tal y como sucedi� entre mayo y junio de 2012 por primera vez en 42 a�os, ya que para entonces est� programada la parada de los reactores de la central de Oi, los dos �nicos que contin�an operativos en el pa�s.

Adem�s, el Gobierno pretende controlar el incremento del coste de las importaciones de hidrocarburos que alimentan a las centrales t�rmicas tras para parada de las nucleares. Solo en 2012 se incrementaron un 10,4% interanual hasta cerca de los 197.000 millones de euros, lo que arrastr� a Jap�n hasta su mayor d�ficit comercial hist�rico.

La energ�a m�s cara

Pero a pesar de las cifras, expertos dudan de la necesidad de reanudar la energ�a nuclear. �Jap�n no necesita energ�a nuclear. A la larga es la opci�n m�s cara de generar electricidad que existe�, afirm� a Efe Kenichi Oshima, reputado profesor de econom�a medioambiental y pol�tica energ�tica de la Universidad Ritsumeikan, en Kioto, que aboga por cambiar las fuentes energ�ticas.

�Su gasto es de por s� bastante sustancioso, aunque hay que contar con los costes sociales�, que se disparan en casos de accidentes graves, detall� Oshima. En el caso de Fukushima, la operadora TEPCO -que sigue intentando enfriar y evitar fugas en los reactores accidentados- no puede hacer frente a las indemnizaciones y a los costes de desmantelamiento, descontaminaci�n y rehabilitaci�n y ser� el Gobierno el que, con dinero p�blico, asumir� esos gastos.

�Abe quiere reactivar los reactores, pero la mayor�a de la opini�n p�blica quiere su cierre definitivo. Creo que, incluso para Abe, ser� dif�cil�, sostuvo.

Hoy se celebrar� en Tokio un gran memorial, con la participaci�n del emperador, Akihito, y de Abe, pero algunas localidades del devastado noroeste recordaron ayer a sus muertos. Fue el caso de Rikuzentakata y de Okuma, pueblo que alberga la accidentada central y sigue siendo una ciudad fantasma. Su Ayuntamiento se ha establecido provisionalmente -aunque Okuma ha sido designada como �zona de dif�cil retorno- en Aizuwakamatsu, a cien kil�metros, y el 91% de su poblaci�n contin�a en viviendas temporales o centros de evacuaci�n.

mayor�a

Seg�n una encuesta del diario �Asahi Shimbun�, cerca del 74% de los japoneses, preocupados sobre todo por la radiactividad en los alimentos y por las m�s de 250.000 personas que contin�an desplazadas, apoya el abandono definitivo de la energ�a at�mica.

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