Hace unos días ETA remitió un comunicado denunciando la actitud del Gobierno español y augurando que deshacer el espacio de diálogo y negociación fijado hace tiempo es un «paso atrás que atrasa y dificulta la resolución de conflicto», y algunos columnistas han visto la oportunidad perfecta para hacer de su capa un sayo. Aunque para ello tengan que mentir sobre lo que dijo la organización armada. Así, en «La Gaceta», el veterano de estas lides Román Cendoya titulaba «ETA sigue ahí», lo que no es mentira, pero sí lo es que haya «emitido un comunicado en el que se permite el lujo de amenazar». En el comunicado, extenso por cierto, no hay amenaza alguna, pero Cendoya aprovecha para sacar lo que le pide el cuerpo, es decir, leña: «cabría esperar del Gobierno de Rajoy una actuación firme y contundente contra la banda y su entorno. No pueden esconderse detrás de la herencia recibida para incumplir de forma tan flagrante, y sangrante, su programa electoral». Si fueran medianamente razonables le pedirían responsabilidad y cabeza, pero no, le piden contundencia. ¿Y a qué se refiere? Pues está claro: «¿Por qué Rajoy, después de las reiteradas acciones de apología del terrorismo protagonizadas por Sortu y Bildu, no insta a la Fiscalía General a ilegalizar esas formaciones conforme a la sentencia del TC?». Cómo les molesta a algunos que la gente vote libremente...

Y ya que todo vale, J. M. Zuloaga lanzaba desde «La Razón» una de sus exclusivas. Vean lo que aseguraba ayer el experto: «ETA planea robar armas para `autentificar' sus amenazas», y afirmaba que «ETA puede intentar una acción de fuerza, consistente en el robo de armas o explosivos, con el fin de de `autentificar' las amenazas lanzadas en el comunicado hecho público el martes, en el que hablaba de `consecuencias negativas' por el cierre del `espacio de diálogo' que ellos habían montado en Noruega, con la pretensión de negociar con los representantes de los gobiernos de España y Francia las `consecuencias del conflicto'». Alguna o alguno pensará que esta gente se ha vuelto loca, pero no, es que llevan mucho tiempo viviendo del cuento y para aguantar un poco más no les importa mentir. De hecho, es lo único que saben hacer.